Mariano Rajoy: «Si se le cita en una mesa electoral, no vaya»
Mariano Rajoy se dirigió ayer a esa masa ciudadana que no ha recibido ninguna carta del Gobierno ni apercibimiento alguno del Tribunal Constitucional. A los catalanes que pueden hacer viable la organización del referéndum o obstaculizar la hoja de ruta de la Generalitat hacia el 1 de octubre. En la estrategia de dificultar que los independentistas se hagan con los medios materiales y humanos para celebrar la consulta, el presidente ha optado por los mensajes directos a la sociedad. «Si a alguien se le cita para acudir a una mesa electoral, que no vaya —exhortó en los pasillos del Congreso—, porque no puede haber referéndum y porque sería un acto absolutamente ilegal».
Una vez aprobadas las leyes de desconexión en el Parlamento catalán y firmado el decreto de convocatoria de la votación del 1 de octubre, el Gobierno ha extendido al máximo sus llamadas a no formar parte de los planes de la Generalitat. El departamento de Administraciones Territoriales que dirige Soraya Sáenz de Santamaría envió el pasado jueves una misiva a secretarios generales e interventores de los ayuntamientos de Cataluña para disuadirles de la cesión de locales para el referéndum. Y hace meses que los funcionarios están sobre aviso.
Desde el viernes, además, el Ejecutivo apela a la templanza de la ciudadanía para evitar altercados en las calles a medida que se aproxima la fecha de la consulta y ahora también para imposibilitar la celebración de la misma. Por eso, en la Moncloa aplaudieron ayer que el presidente hubiese buscado un canal para disuadir a los catalanes de seguir las instrucciones de la Generalitat. Y confían en que el riesgo de verse envueltos en procesos judiciales, tengan el recorrido que tengan, haga desistir también a quienes se prestan como voluntarios.