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El independentismo reta al TC y reparte un millón de papeletas

El secesionismo civil vuelve a llamar a la movilización e insiste en que llegará hasta el final.

Forcadell, dio inicio a la «Maratón por la democracia» ayer en Barcelona. QUIQUE GARCÍA

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León

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C. Reino | Barcelona

Después de un día de tregua, el independentismo regresó ayer al escenario donde se siente más cómodo, la calle, para avisar a Mariano Rajoy de que, a pesar de las operaciones policiales, las detenciones y la intervención de las cuentas de la Generalitat, el 1-O habrá referéndum y las urnas estarán llenas de votos. El secesionismo se prepara para la batalla final y admite que esta semana pueden producirse situaciones poco «agradables». Pero tras cinco años apretando, no está por la labor de pisar el freno en el último momento. Para escenificar su intención inequívoca, la ANC y Omnium repartieron ayer un millón de papeletas en más de 300 plazas de ciudades y pueblos de Cataluña. Realizaron también la primera gran pegada de carteles de la campaña electoral. «Estas son nuestras armas más peligrosas», proclamaron las dos plataformas en el acto que convocaron en Barcelona, en la plaza de la Universidad, al que quisieron dar un tono festivo, con la participación de familias y niños.

Los discursos, no obstante, mantuviereron el tono desafiante de los últimos días. «Señor Rajoy, iremos a votar. Habrá millones de votos y urnas», advirtió Jordi Sánchez, de la ANC.

La semana pasada, la Guardia Civil, en la operación del miércoles, que se saldó con catorce detenidos, entre ellos dos estrechos colaboradores de Oriol Junqueras, decomisó 10 millones de papeletas. La exhibición y el reparto masivo de material para el referéndum se produjo después de que el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, asumiera la coordinación de los dispositivos policiales para el 1 de octubre para impedir el referéndum, por orden de la fiscal superior de Cataluña. Las asociaciones quisieron pues desafiar esa decisión, cuestionada por el Govern y por los Mossos d’Esquadra.

Movilización

«Votaremos. El Franquismo no pudo con nosotros y tampoco podrá el Gobierno del PP», remató el presidente de Omnium, Jordi Cuixart. El alarde no fue solo de las plataformas civiles. También la presidenta del Parlament, Carmen Forcadell, protagonizó un encendido discurso en el acusó al Estado de actuar como en la dictadura. El objetivo de la movilización era trasaladar el mensaje de que el independentismo está preparado para ejercer la presión que haga falta, lograr que se abran los colegios y poder votar con una cierta normalidad. Pulso constante La Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó las semana pasada una denuncia por sedición por la protesta del miércoles en la Consejería de Economía y apuntó directamente a los presidentes de la ANC y Omnium.