El Supremo decide hoy si encarcela a Forcadell por liderar un proceso ilegal
Llegó la hora de Carme Forcadell. Investigada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por delitos desobediencia, prevaricación y malversación de caudales públicos, la presidenta del Parlament de Cataluña comparece hoy en el Tribunal Supremo para responder a otra querella de la Fiscalía por delitos de rebelión y sedición por promover un proceso secesionista ilegal.
Forcadell y cinco de los miembros de la Mesa de la Cámara autonómica, aforados por permanecer en la Diputación Permanente, declaran ante el juez Pablo Llarena una semana después de que éste aplazara los interrogatorios tras la petición de las defensas. Los abogados pidieron más tiempo para preparar las comparecencias dado el escaso margen entre la admisión de la querella y las citaciones, apenas 48 horas.
Ahora, una vez que la otra causa por los mismos hechos en la Audiencia Nacional se solventó con las prisiones incondicionales de ocho exmiembros del Govern, la suerte personal de Forcadell pende de un hilo. La Fiscalía del Supremo seguirá la línea marcada por la Audiencia y pedirá con total seguridad prisión provisional sin fianza para ella. Pero la decisión final dependerá del juez Llarena, de 54 años, expresidente de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura y con una amplia experiencia en Cataluña, donde ha pasado 19 años laborales y llegó a presidir la Audiencia de Barcelona.
El martes, la defensa de Forcadell recurrió en súplica ante la Sala Segunda (Penal) del Supremo el auto por el que este órgano admitió a trámite la querella por rebelión. Consideró que el alto tribunal no era competente para investigarla. También trató de zafarse de la causa el diputado de Cataluña Sí Que Es Pot, Joan Josep Nuet, cuyo abogado solicitó el archivo al entender que la Fiscalía incurrió en «errores graves», ya que él nunca ha votado iniciativa alguna a favor de la independencia.
Los otros cuatro investigados citados hoy son los diputados de Junts pel Sí Lluís Corominas, Lluís Guinó, Ramona Barrufet y Anna Simó, que formaban parte del órgano colegiado presidido por Forcadell.