Diario de León

Miles de personas piden la libertad de los dirigentes encarcelados

La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, evita acudir a la manifestación de Barcelona.

Vista general de la manifestación convocada por la ANC y Ómnium en Barcelona para exigir la libertad de los dirigentes independentistas encarcelados. ALBERTO ESTÉVEZ

Vista general de la manifestación convocada por la ANC y Ómnium en Barcelona para exigir la libertad de los dirigentes independentistas encarcelados. ALBERTO ESTÉVEZ

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cristian reino | barcelona

Cientos de miles de personas salieron ayer a la calle, en Barcelona, para reclamar la libertad de los ocho exconsejeros catalanes de la Generalitat encarcelados en prisiones de Madrid, después de que la Cámara catalana proclamara la independencia el pasado 27 de octubre. También para exigir la liberación de los dos líderes de la ANC y Ómnium, así como para protestar contra la aplicación del artículo 155 de la Constitución y a favor de la recuperación de las instituciones catalanas y de la independencia de Cataluña.

A pesar del desconcierto que se ha instalado en el movimiento secesionista -que no acaba de entender la diversidad de estrategias que siguen sus líderes y que pide que se le diga la verdad sobre hacia dónde va el proceso- y teniendo en cuenta que casi todos los partidos soberanistas han asumido las elecciones autonómicas, la sociedad civil independentista volvió ayer a mostrar músculo y escenificó que a 40 días de las elecciones el secesionismo, concurra o no unido, va a por todas.

El soberanismo podrá estar tocado anímicamente, pero mantiene su capacidad de movilización. Aunque también habrá quien podrá decir que este poder de convocatoria va a la baja. Según cifras de la Guardia Urbana, en torno a 750.000 personas se manifestaron ayer en la capital catalana. Los organizadores, la ANC y Ómnium, aspiraban a que la protesta se convirtiera en una Diada por la libertad similar a las grandes movilizaciones del 11-S y estuvieron cerca. Las imágenes fueron contundentes a lo largo de los tres kilómetros que mide la calle Marina de la capital catalana. No alcanzaron, eso sí, el millón de personas que ansiaban y que fue el número de manifestantes contabilizados el pasado mes de septiembre por la Policía municipal en la última Diada.

El independentismo, en cualquier caso, demostró que está más que vivo, a pesar de que se ha manifestado hasta en siete ocasiones en los dos últimos dos meses (con dos huelgas generales incluidas). Y demostró que sigue siendo ambicioso y que no parará mientras haya dirigentes del proceso en prisión. Su próximo reto es celebrar una gran marcha en Bruselas el próximo 7 de diciembre, en línea con la estrategia del expresidente de la Generalitat. «Hay que llenar Bruselas para ganar la libertad y construir la república», afirmó el vicepresidente de la ANC.

La manifestación por la libertad de los presos contó con una ausencia significativa. Carme Forcadell, que el viernes salió en libertad tras abonar una fianza de 150.000 euros, no acudió a la protesta por recomendación de su abogado. Su declaración ante el juez flotaba en el ambiente, pues ha decepcionado a más de uno. Por ello, el portavoz de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, salió en su apoyo. «Nos da igual lo que hayan dicho o dejado de decir ante el juez, porque lo único que cuenta es lo que han hecho todos estos años. Esto no va de héroes ni de traidores», afirmó. La manifestación sí contó en cambio con los máximos representantes de todas las formaciones soberanistas, desde el Pdecat, ERC, la CUP y Catalunya en Comú, incluida la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La ANC y Ómnium quisieron dar todo el protagonismo a los dirigentes encarcelados y en el exilio y a sus familiares, que encabezaron la marcha. Todos ellos hicieron llegar mensajes desde la cárcel o desde Bruselas. Carles Puigdemont pidió a los manifestantes que sigan activos y se dirigió al Estado español -«así no puede continuar»- y a la UE -«deja de mirar hacia otro lado»-.

El exvicepresidente Oriol Junqueras instó a la gente a seguir perseverando. «Somos la semilla de la república. Si perseveramos, saldremos adelante. Luchad, luchad siempre sin desfallecer. El invierno dejará paso a la primavera», dijo. Destacaron los mensajes de Joaquim Forn, Jordi Turull y Jordi Sánchez, que hicieron una llamada a la unidad.

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