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JUICIO EN BARCELONA

Seis antifascistas se sientan en el banquillo por agredir a ultras el 12-O

El fiscal reclama penas de 15 años de prisión para los investigados, al aplicarles la agravante de discriminación por motivos ideológicos

Los seis acusados sentados en el banquillo de los acusados, este martes.

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EL PERIÓDICO
León

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Seis jóvenes antifascistas y vinculados a la “izquierda radical” se han sentado este miércoles en el banquillo de los acusados en la Ciutat de la Justícia de Barcelona por presuntamente haber agredido a un grupo de ultras de extrema derecha en la terraza de un bar cercano a la carretera de la Bordeta el Día de la Hispanidad del 2013. El fiscal reclama 15 años de prisión a los investigados,, a los que se les atribuye  tres delitos de lesiones con instrumento peligroso, otro de daños y tres delitos leves (antes faltas) de lesiones, aplicando las agravantes de abuso de superioridad y discriminación por motivos ideológicos.

Los abogados defensores han solicitado de entrada y como cuestión previa la anulación de determinadas pruebas, como filmaciones y fotografías, y han puesto de relieve anomalías en la identificación de algunos de los jóvenes imputados. Por ejemplo, uno de ellos se le hizo levantar la camiseta para retratar un tatuaje sin presencia de su abogado.La fiscalía se ha opusto a las pretensiones de las defensas y argumentado la licitud de las pruebas. El juez resolverá en sentencia. Los acusados solo han respondido a sus abogados y han negado las acusaciones. "Yo no tengo nada que ver con esos hechos. Llevamos 4 años condenados sin juicio y se nos ha prohibido ir a manifestaciones, un derecho que tenemos. Y no sabia que alguna de las pruebas que nos hicieron eran para incriminarnos", ha dicho uno de ellos. El resto hicieron declaraciones similares y se desvincularon de las agresiones.

La agresión a varias personas que participaron en la celebración del Día de la Hispanidad del 2013 y que provocó un importante despliegue policial meses después, con un registro en el centro okupa de Can Vies, en Sants, fue un “ataque rápido un contundente contra adversarios políticos”. Así lo expone el fiscal de delitos de odio y discriminación, Miguel Ángel Aguilar, en su escrito provisional de acusación. Según la fiscalía, ese 12 de octubre tuvo lugar cerca de ese barrio barcelonés “movilizaciones de tipo antagónico” entre “grupos de extrema derecha” y el “autodenominado colectivo antifascista”.

Con la camiseta de la selección española

En estas concentraciones contrapuestas celebradas por la mañana en la plaza de Espanya, en la de Sants y en la de Universitat apenas hubo incidentes. Sin embargo, a las 15.45 horas y a través  de un twitter se anunció que había “una docena de nazis” en un bar cercano a la carretera de la Bordeta. Más de una docena de personas, entre ellos supuestamente los acusados, ”vinculados a los colectivos de izquierda radical”,  salieron de Can Vies y se digieron, algunos de ellos “encapuchados”, a la plaza Joan Coorado. Allí, enn la terraza de un bar, se encontraban ocho personas  con camisetas de la selección española y que habían participado en la manifestación de extrema derecha.

El fiscal considera que el grupo antifascista agredió a estos ultras, ya que llevaban piedras, palos, ladrillos y una navaja que habían sacado, momentos antes, de Can Vies. Además causaron destrozos en el establecimiento. Seis personas sufrieron heridas. El 27 de enero del 2014, los Mossos d’Esquadra realizaron una operación en el centro okupa de Sants para detener a los sospechosos y en el registro se encontraron palos de madera, barras de hierro, pistolas neumáticas, una navaja, un hacha y “propaganda” y un dossier sobre “la nueva guerrilla urbana anarquista. Esta documentación, según el fiscal, es ilustrativa de la “enemistad manifiesta” de este colectivo con los ultras de extrema derecha. El juicio se prolongará varios días.