ERC se mantiene y sólo habla de «frente común»
Con Oriol Junqueras en la cárcel y Carles Puigdemont sin poder salir de Bélgica por orden judicial, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, no tuvo más remedio que coger un avión hasta la capital comunitaria para reunirse con el expresident del Govern representando al exvicepresident Junqueras. El puente aéreo Barcelona-Bruselas está colapsado. Ya lo han tomado 200 alcaldes independentistas, líderes del Pdecat, la CUP y ayer, ERC, que se mantuvo firme en su idea de concurrir por separado a las elecciones del 21-D. El plazo acaba este viernes, pero la suerte parece estar echada. Eso sí, lo harán haciendo «un frente común».
Es el nuevo eufemismo ideado por los republicanos para convencer a los sectores sociales independentistas que sigue pidiendo reeditar ‘Junts pel Sí’ o incluso eso que Puigdemont llamó hace unos días ‘la lista del president’. Al final, estarán ‘junts’ pero no revueltos, como confirmaron fuentes conocedoras de la reunión y como Junqueras pidió a los suyos antes de entrar a la cárcel sabedor de que Esquerra tiene una oportunidad histórica para derrocar a la extinta convergencia. Habrá mano a mano. Puigdemont contra Junqueras, Junts per Catalunya contra ERC. Cierto, compartiendo «un frente común», pero enfrentados en las urnas.