LA GESTIÓN DEL ESPACIO POSCONVERGENTE
La difícil convivencia JxCat-PDECat
La relación entre la nueva marca y la formación política originaria genera tensión interna. El partido pretende ampliar el nuevo nombre a las candidaturas municipales
"Nosotros somos Ada Colau y vosotros Iniciativa". Presente contra pasado. Esta es la teoría del entorno de Carles Puigdemont en Junts per Catalunya respecto a lo que representan ellos y lo que es el PDECat. En cambio, fuentes del PDECat reivindican que el origen de toda la operación (que logró imponerse a ERC en la pugna interna entre independentistas) está en el seno de la dirección del partido, y recuerdan que legalmente los derechos sobre el grupo parlamentario de JxCat están en manos del PDECat y CDC.
En tono conciliador, el PDECat trata de evitar la guerra abierta con Elsa Artadi, Albert Batet, Josep Rius...que están en el entorno directo de Puigdemont en la 'operación JxCat'. "Es una convivencia, básicamente; sin el PDECat, Junts per Catalunya no existiría, y sin JxCat al PDECat le hubiera costado ganar. Nadie debe estar por encima de nadie" es el resumen que hacen en la dirección posconvergente.
La génesis
Según el PDECat, la génesis del nombre de Junts per Catalunya se sitúa el 9 de noviembre en una reunión entre diputados como Germà Bel, David Bonvehí y Marta Pascal, concretamente en el Congreso de los Diputados, mientras esperaban la resolución judicial sobre los miembros de la Mesa del Parlament. El sábado siguiente, una delegación del partido, incluido Artur Mas, presentó la propuesta a Puigdemont en Bruselas. Este planteó como alternativa (si no se permitía registrar JxCat por su similitud con JxSí) la opción de "Gent per Catalunya". Y se pactó una dirección de campaña que inicialmente no estaba liderada por Artadi.
También el PDECAt se reivindica a la hora de lograr las firmas de Puigdemont, de Jordi Sànchez y de los 'consellers' cesados para formar parte de la lista. "Ellos -el entorno de Puigdemont- quieren la guerra y controlar el futuro Govern, nosotros queremos evitar la guerra, gestionar la complejidad de las relaciones internas en las que unos nos ayudamos a los otros", sostienen fuentes del partido. En cambio, desde diversos entornos se ha dado por muerta la marca de PDECat. Lo cierto es que el partido ha dado instrucciones a sus agrupaciones locales para que registren el nombre "Junts per..." seguido de la ciudad o pueblo en cuestión, cara a las municipales del 2019. "Nos necesitamos mutuamente", subrayan, y a renglón seguido admiten: "No será fácil porque quieren matarnos".
La campaña
El PDECat también reclama su autoría en momentos clave de la campaña, como los mítines centrales en las capitales de provincia y en especial el del pabellón de la Vall d'Hebron de Barcelona. Sin la activacion de las bases del partido no habría sido posible llenar esos aforos, apuntan. Actos en los que el nombre del PDECat no apareció en ningún momento, ni tampoco habló nadie en su nombre. En el Vall d'Hebron, dirigentes como Mas, presidente del PDECat, recibieron una ovación cuando entraron en el recinto, pero en ningún momento ni él ni Neus Munté o Marta Pascal fueron invitados a tomar la palabra. Así fue durante toda la campaña.
El partido también es consciente de que para los gestores de la campaña de JxCat, el nombre de PDECat representa el pasado. Pero la cúpula de la formación está dispuesta a dar la batalla por desmarcarse. Y quieren demostrarlo en los próximos meses, cuando, por ejemplo, llegue la sentencia del 'caso Palau'. Si se confirma la financiación irregular de CDC, al PDECat no le temblará la mano para hacer una poda.
A todo ello el PDECat añade su poder territorial y sus bases, forjadas en 440 alcaldías. Y sostiene que muchos independientes de la lista de JxCat son cercanos a la ideología posconvergente. En todo caso, el partido dará la batalla por "abrir el aspectro ideológico sin perder base territorial ni alcaldes". "No se trata de que tengamos ahora dos almas, sino de que somos cosas complementarias que suman", concluyen en la formación.
En cambio, el entorno de Puigdemont no vinculado al partido (Artadi se dio de baja justo antes de comenzar a actuar como jefa de campaña) ha obviado en todo momento el papel del PDECat y sostiene que "cada uno ha de asumir su papel". Una manera amable de decir que se ha de minimizar el espacio posconvergente, que desapareció en la comunicación pública de JxCat en la precampaña, la campaña y en la gestión posterior de los pactos. Una gestión en la que sí estaran miembros del PDECat para emprender las negociaciones con ERC sobre la Mesa del Parlament y la formación del Govern.