Todo al rojo pimentón

León lo apuesta todo al rojo pimentón de la capitalidad gastronómica que hoy vive su proclamación, recibiendo de manos de Huelva el distintivo en el que tantas esperanzas están depositadas. De hecho, nadie se resistía a mencionar que este año León quiere ser referente en torno a este galardón. Cualquiera lo tenía en la punta de la lengua. Y el que no lo nombraba lo preguntaba: ¿Y qué hay de la capitalidad? Mañana, por hoy, contestaban los que organizan la presencia leonesa en Fitur.

Pero el mantel leonés es provincial. Y en Fitur, que ayer abrió sus puertas, aunque fuera a modo de arranque y destellos, quedó de manifiesto que la propuesta ha de ser global como un mantel provincial en el que cabe todo. De hecho, en el ambiente de presentación, con mucho paseo y visitas políticas de cortesía, se pudo detectar que la agenda turística leonesa es de buen comer pero con el resto de referentes turísticos más que presentes: viajes, historia y tradición, enocultura y lo rural, fiestas... Y la cuestión en Fitur es conseguir que el más de lo mismo que es, adquiera la condición de único. He aquí la cuestión.

En lo geográfico, dentro del stand de Castilla y León, la provincia aparece representada por El Bierzo, León provincia y capital, y Ponferrada, cada uno con su mostrador o instalación individual.

Y en Fitur, la feria de turismo que aspira a un impacto económico en Madrid de 260 millones de euros, el toque matinal giró en torno al vino. Una Ponferrada templaria que presentó sus credenciales escoltada por los caballeros y con su alcaldesa, Gloria Fernández, a la cabeza entonces y omnipresente el resto del día. Fernández propuso la ciudad berciana como destino pero con guiños a toda la comarca y sus productos y al acontecimiento leonés como capitalidad. Por supuesto, con un brindis con los mejores vinos de la DO Bierzo.

En el stand de la capitalidad gastronómica, casi a modo de ensayo se pudo disfrutar del vino de la DO Tierra de León. Con su director técnico y gerente, Álex González, como maestro de ceremonias, que descubría la excelencias únicas de un albarín que sumó nuevos fans sorprendidos por esta variedad autóctona. El prieto picudo hizo el resto. Un éxito, además, que contaba con el alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco, como el mejor de los testigos al haber sido el gran impulsor de todo lo bueno que le pasa al vino del Sur de León.

Por la tarde, el pabellón 7, lugar en el que se encuentran las propuestas castellanas y leonesas, vivió momentos de carnaval. Pero el carnaval de los ancestros, el antruejo que es riqueza cultural de toda la provincia y en la que todos los pueblos, de Velilla de la Reina a Carrizo, por ejemplo, o Riaño como referente comarcal, es una tradición que se mantiene y ahora asoma la cabeza en lugares del relumbrón de Fitur. Y que tiene en el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, a un incondicional creyente y, por cierto, en su día practicante del antruejo. Martínez también participó en varios actos y encuentros.

Como jornada inaugural, el arranque de esta feria que vive momentos de euforia, consiste en acertar si tal o cual celebridad pasará por los stands de cada uno.

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia pasaron por delante de León y allí estaba, junto a otras autoridades, el alcalde leonés, Antonio Silván, que les saludó y luego se fue a Renfe a renovar un convenio que pretende que León sea un atractivo destino a tiro de piedra de AVE. Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, también puede decirse que estuvo. Pasan, saludan y se van, y unas fotos... Lo mismo hizo el titular de Cultura y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. Como palentino militante, la provincia vecina tuvo la suerte de contar hasta con una intervención del ministro.

Otros ‘vips’ pasaron por los diferentes stands que representan la provincia. Aperitivo para la avalancha de hoy, en donde se espera la llegada masiva de leoneses para demostrar que León puede ser la mejor capital gastronómica. Fitur son cinco días para demostrarlo durante 365.