Bilbao promueve una mesa contra la inseguridad
‘Los Pichis’ denuncian que tras el crimen de Otxarkoaga ha vuelto la tensión al barrio.
El edil de Planificación Urbana de Bilbao, Asier Abaunza, en el funeral de los octogenarios. MIGUEL TOÑA
efe | bilbao
Representantes de diversas asociaciones de Otxarkoaga, donde el pasado jueves fue asesinada una pareja de ancianos zamoranos, han pedido que el Gobierno Vasco, la Diputación vizcaína y el Ayuntamiento de Bilbao creen una mesa para abordar los problemas del barrio, no solo en materia de seguridad. Los representantes vecinales han considerado que ese foro debería encargarse de fijar las líneas de actuación para solucionar otros «déficit» del barrio en los ámbitos educativo, social, económico, de seguridad, cultural y en cuanto a equipamientos. Han pedido que esa mesa de trabajo institucional cuente con presupuesto y haga un seguimiento de las medidas adoptadas. Los vecinos han dicho que no quieren «más estudios ni proyectos», sino soluciones a unos problemas que las instituciones conocen desde hace muchos años.
Al hilo de esta iniciativa, portavoces de las dos familias gitanas con residencia en Bilbao y Vitoria que conforman el clan conocido como ‘Los Pichis’ han denunciado que, tras el crimen de dos octogenarios, ha vuelto la «tensión ambiental» a sus lugares de residencia.
Miembros de las familias Canales-Cortés y Manzanares-Cortés negaron ayer rotundamente que ninguno de sus miembros ha tenido algo que ver con el asesinato del matrimonio de ancianos, condenar el crimen y pedir prudencia al alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, a la hora de expresarse sobre este hecho.
Pedro Manzanares-Cortés ha manifestado que, tras el crimen, los miembros de ambas familias están viviendo «con miedo» porque tras propagarse las primeras noticias ha regresado la tensión «ambiental» en los lugares donde residen en Bilbao (el barrio de Ollerías) y Vitoria (en el centro municipal CMAS).
El portavoz de ambas familias ha reconocido a los medios que los menores de su familia han vivido lo sucedido «con miedo» porque «se sienten señalados».
«Hasta que no se ha aclarado todo y han detenido a los supuestos implicados, tenían miedo a salir a la calle, por lo que han tenido que quedarse en casa y eso es robarnos la libertad de ir a donde queramos», ha criticado.
«Quiénes son esta gente para decir a donde vamos o dejamos de ir», se ha preguntado indignado. «Es verdad que han hecho alguna fechoría», ha agregado en referencia a los menores de su familia, pero «ya han pagado por ello y lo que no podemos admitir es esto. Basta ya», reclamó indignado.