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Guerrero se desdice de nuevo sobre los ERE: «Nunca hablé de fondo de reptiles»

Publicado por
León

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c. cuerdo | sevilla

Fue el epicentro del caso de los ERE fraudulentos pagados con dinero público, el director general de Trabajo de la Junta de Andalucía que determinaba para dónde salían las ayudas y a quién pagarlas, incluida su suegra, que nunca trabajó para ninguna empresa beneficiaria. Javier Guerrero, sin embargo, niega ahora la mayor. «Nunca hablé de fondo de reptiles», dijo, negando la existencia de una suerte de fondos reservados para pagar las ayudas socialaborales y comprar la paz social a golpe de talonario porque, asegura ahora en el juicio, todo se hizo conforme a la legalidad y bajo el mismo sistema de ayudas que usaba el gobierno central. Es más, defendió la «honestidad» de los Ejecutivos andaluces con Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que «fueron muy conscientes» de la «realidad laboral andaluza» en una época muy convulsa. Durante dos días, Guerrero se negó a ratificar sus anteriores declaraciones en sede judicial o policial, donde habló de la opacidad de las ayudas, dijo que todo el Gobierno andaluz conocía el sistema y usó la expresión «fondo de reptiles» para designar la partida de donde salían el dinero público.

Lo que dice ahora

Ahora afirma que hubo «errores y conceptos tergiversados que no han salido de su boca», aunque sí concedió que el Gobierno de Chaves, y él mismo, actuaron con «honestidad» y preocupados por una situación compleja con el cierre de muchas fábricas en Andalucía y despidos masivos.

Así, a preguntas de su letrado en una nueva sesión del juicio que investiga la legalidad del sistema de ayudas implantado en la Junta, subrayó que existía una partida presupuestaria para abonarlas y que se «cumplían todos los requisitos legales y garantías», además de resaltar que esa partida se aprobaba año tras años en las diferentes leyes de presupuestos. Una legalidad que también defendió el exconsejero de Empleo José Antonio Viera, quien insistió en que al encargarse de la parte política y no gestora, entendía que todos los expedientes que le llegaban a la firma contaban con los diferentes parabienes de todos los departamentos.