Investigada por una niña que murió en Burgos
El pasado de Ana Julia está bajo sospecha. La Policía habría empezado ayer a revisar los archivos relacionados con la muerte de una menor de cuatro años a la que la detenida cuidaba en Burgos, según publicó ayer El País y otros medios de comunicación. Esta muerte fue considerada accidental. La niña se habría caído desde una ventana que tenía contraventanas.
La Guardia Civil descubrió ayer el cadáver de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido el 27 de febrero en Las Hortichuelas, pedanía de Níjar (Almería). Agentes del cuerpo detuvieron a la actual pareja del padre del niño, Ana, cuando salía del garaje de su casa con el cadáver en el maletero de su coche, en la localidad de La Puebla de Vícar, a unos 70 kilómetros del lugar de la desaparición del niño.
Según fuentes de la investigación, los responsables de la muerte del niño arrojaron su cuerpo ya sin vida el mismo día 27 de febrero o a lo sumo el día siguiente a un pozo situado junto al Cortijo El 40, en un minúsculo núcleo de casas cercano a Rodalquilar, a escasos kilómetros de Las Hortichuelas. La detenida habría recuperado su cadáver para trasladarlo a otro lugar más cercano a su lugar de residencia.
El cuerpo sin vida de Gabriel estaba en el maletero del coche y se encontraba tapado con mantas. Testigos presenciales han indicado que agentes de policía y guardias civiles lloraban tras el hallazgo del cuerpo sin vida del menor. Los agentes seguían a la mujer con varios coches y en un momento dado le bloquearon el paso en plena calle para proceder a su detención y al abrir el maletero se encontraron con el cuerpo sin vida del pequeño.
El cuerpo de Gabriel Cruz ha sido conducido ya al Instituto de Medicina Legal de Almería. «Se trabaja sobre ello», ha respondido el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, tras ser cuestionado por la autopsia. Sanz ha insistido en que es necesario ser «prudente» porque «todavía no se tienen todos los datos» acerca de lo ocurrido.