Comienzan los trabajos para la primera exhumación en el Valle de los Caídos
Aún no se ha concretado la reunión entre el prior y las familias de los represaliados
Los peritos Patrimonio Nacional arrancan este lunes los trabajos preliminares para proceder a la primera exhumación en el Valle de los Caídos, sin que se haya avanzado en el otro acuerdo al que llegó el prior con el PP en el Senado: propiciar el primer encuentro entre el prior Administrador de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, y los familiares de víctimas de la Guerra Civil depositadas en Cuelgamuros.
Esther Muñoz, la senadora del PP que ha mediado entre el prior y las familias para que el religioso retirase el contencioso que bloqueaba los trabajos de exhumación, reconoce que el encuentro no se ha concretado, aunque pone en valor que la situación se ha desbloqueado y dicha oferta "sigue en pie".
La exhumación tendrá lugar después de que hace dos años el juez José Manuel Delgado Seoane admitiera la petición de Purificación Lapeña respecto a su abuelo y su tío abuelo Manuel y Antonio Ramiro Lapeña. Una sentencia judicial que no se ejecutaba debido al recurso presentado por Cantera en la Audiencia Nacional.
"En menos de un mes se ha desbloqueado el tema, el prior ha cumplido con lo que se comprometió y todo ha ido en la buena dirección y sigue en pie la reunión", afirma la portavoz 'popular' en la comisión de Justicia del Senado. En el marco de este espacio se fraguó un acuerdo con Santiago Cantera para que, como administrador de la Basílica, dejara acceder a los peritos para acometer los trabajos preliminares.
Según la senadora, que mantiene contactos tanto con Cantera como con la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos del Valle de los Caídos, ambas partes están abiertas protagonizar la entrevista. Si bien, Muñoz señala que para las familias es importante "comenzar otra etapa" y prefieren que la reunión se produzca fuera del foco mediático. De todas formas, la parlamentaria 'popular' dice que insistirá en esta propuesta hasta que se materializa.
"Nadie nos ha invitado"
Por su parte, Eduardo Ranz, abogado de la familia Lapeña, se muestra más pesimista con respecto a la voluntad del prior de verse con las familias. "Ese encuentro ni está ni se le espera, nadie nos ha invitado a tener ese encuentro", ha explicado.
Señala que desde que conocieron que Santiago Cantera retiraba el contencioso que impedía los trabajos de Patrimonio Nacional en Cuelgamuros nadie les ha invitado a entrevistarse con el prior. "No se ha aceptado rechazado nada, porque se ha notificado nada", reitera Ranz, quien echa en falta una propuesta oficial.
Sus clientes también forman parte de la asociación de víctimas, y, según el letrado, el colectivo tendrá que reflexionar sobre la propuesta de reunión con Cantera cuando la reciba. "La idea es que sea una decisión única de todas las familias, pero todavía no hay criterio a favor o en contra porque la oferta no se ha traducido en nada concreto", resume el abogado de la familia Lapeña.
Ranz informa que estará junto a todas las familias que piden exhumar a familiares del Valle de los Caídos el próximo lunes a las 10.30 de la mañana para atender a los medios el día que se inician los trabajos de peritaje. Para las familias será un momento de "alegría matizada", subraya, ya que por un parte se hace caso a su reivindicación pero entienden que el trabajo terminará cuando se puedan reencontrar con sus "olvidados". "Ahí es cuando se pondrá fin al proceso y se obtendrá la reparación", concluye Ranz.
El caso de los hermanos Lapeña
Manuel y Antonio Ramiro Lapeña fueron fusilados en Calatayud en 1936 y trasladados al Valle de los Caídos. En su auto, el juez consideró que existe una "alta probabilidad" de que los restos cadavéricos se encuentren en los columbarios comprendidos entre el 2061 y 2069 de la cripta principal, por lo que entiende que la "única forma de acreditarlo" es a través de la prueba de ADN.
El magistrado entiende que la exhumación se encuadra en "el derecho a una sepultura digna" que "está indisolublemente unido a la dignidad propia de todo ser humano, con independencia a la forma en la que falleció".