La diferencia de género ahonda la brecha a través de la precaridad de la jornada parcial
La bonanza no cambia el reparto del trabajo: las mujeres siguen acumulando el 60% de las contrataciones que no llegan al horario laboral completo. Ellas suman mayor número de contratos, pero por menos tiempo.
Los datos laborales de los últimos cuatro años, los que constatan la recuperación desde que las cifras de empleo tocaron fondo, ponen en evidencia cada vez con mayor rotundidad que la tibia bonanza económica no es igual para todos. De hecho, la recuperación ha abierto con más fuerza si cabe la brecha de género. Sólo los datos de contratación registrados en la provincia en 2017, antes de que las dudas sobre la consistencia de la recuperación se pusiesen de manifiesto, evidencian la discriminación comienza no sólo por los salarios o los techos en el ascenso en la escala laboral. Tienen su base en el tipo de contratos que se firman con el colectivo femenino del mercado laboral.
El Servicio Público de Empleo registró el año pasado 141.289 contratos en la provincia, la mayoría de ellos realizados a mujeres (72.059, frente a los 69.230 firmados con varones). Eso sí, en el caso de los hombres más del 67% de los contratos (46.496) se firmaron para trabajar durante una jornada completa; mientras que en el caso de las mujeres la mayoría de los contratos, más del 50% (casi 42.000) suponían, al menos oficialmente, un tiempo de trabajo inferior a la jornada total.
Los datos del Sepe señalan que la mayor parte de los contratos indefinidos ordinarios (no subvencionados) se realizaron a mujeres el año pasado, 3.896 frente a 3.258. Sin embargo, más del 67% realizados a los hombres fueron por jornada laboral completa, mientras que en el caso de las mujeres la mayor parte de los compromisos, el 56%, se formalizaron como jornada parcial.
La situación laboral de las mujeres leonesas es similar en todos los tipos de contratación: tanto en las firmas por obra y servicio, eventuales, interinos e incluso de prácticas, ellos copan las jornadas completas; ellas tienen que conformarse con una (al menos teórica y salarial) jornada parcial.
La mayor parte de los contratos realizados el año pasado en la provincia son temporales, de ellos sobre todo eventuales por cincustancias de la producción.