La mitad de los contratos de la recuperación económica no alcanza un mes de duración
El mercado laboral leonés hace cuentas entre la mejora de los datos de empleo y la pérdida de efectivos laborales.
María J. Muñiz | León
Más contratos, menos parados, más afiliados al Régimen General, menos autónomos, mayor brecha laboral de género, dispar evolución del empleo entre los mayores de 45 años y los menores de 24, pérdida poblacional en general (sobre todo de jóvenes), una de las tasas de actividad más bajas del país, recuperación de los sectores de actividad tradicionales, dependencia cada vez mayor de un empleo básico en el sector servicios, en general de breve duración. Hasta el grupo de la población inactiva se ha reducido en la provincia desde el inicio de la recuperación económica, fijado oficialmente en el ejercicio de 2013.
Las previsiones económicas para la provincia son de crecimiento, como en el conjunto del país. Aunque con diferencias no sólo respecto a la media nacional, sino también un retraso que se acumula trimestre a trimestre respecto al conjunto de la autonomía. Según el informe de presiviones económicas para la Comunidad de España Duero, el Producto Interior Bruto de la provincia creció el año pasado un 2,1%, cuatro décimas por debajo de la media autonómica y una de las tasas más bajas de la Comunidad. La diferencia seguirá agrandándose a lo largo de este año, en el que la previsión inicial es de un crecimiento del 2,8%, dos décimas menos (a priori) que la media autonómica.
Datos inciertos
Los datos de la evolución económica son inciertos. El sector que según todos los indicadores, también en las previsiones del Servicio Público de Empleo, más ha tirado de la economía leonesa en los últimos tiempos, hace meses que muestra síntomas de debilidad, o al menos de necesidad de cambio del modelo. El Sepe confirmaba que en 2016 se consolidaban cuatro años consecutivos de trayectoria ascendente del turismo (aunque a efectos de empleo la repercusión era sensiblemente inferior que la del conjunto de la Comunidad). Las estadísticas de lo que va de año muestran evidencias de la necesidad de adaptarse al cambio que se prevé en el sector.
La evidencia
En todo caso, si hay una evidencia de por dónde camina la recuperación del mercado laboral leonés (en la tónica del mundo del trabajo a nivel nacional) es sin duda la radiografía del tipo de contrataciones que se realizan. Y ahí los datos, analizados desde el punto de vista de la estabilidad de los trabajadores y las familias, son demoledores.
El año pasado, casi la mitad de los contratos laborales que se firmaron en la provincia tenían una duración de menos de un mes. De hecho, la mayor parte de ellos (uno de cada tres firmados) ni siquiera llegó a una semana de duración. Según los datos oficiales del Servicio Público de Empleo, apenas uno de cada tres tiene una duración ‘indeterminada’; y sólo un 0,3% se firman por más de dos años de compromiso.
El año pasado se firmaron en la provincia 127.616 contratos laborales (si se suman los contratos bonificados alcanzan los 141.289); de los que 42.157 fueron por duración ‘indeterminada’; sólo 427 tenían un compromiso de más de dos años de relación laboral y casi 85.000 se firmaron con una vigencia de menos de un año. En realidad, casi 82.000 de ellos tenían fijada su fecha de caducidad en menos de seis meses; unos 57.000 en menos de un mes y más de 43.000 se firmaron para trabajar menos de una semana.
Sectores y edades
Por lo que se refiere a la edad de los contratados por menos de una semana o menos de una semana, un tercio de las ofertas laborales se la llevan los menores de 30 años (un 36%, 15.781 contratos de un total de 43.413). Pero no son los únicos, más de 3.000 trabajadores que ya superan los 50 años se ven obligados también a firmar contratos de este tipo.
La proporción entre los compromisos laborales cuya vida tiene menos de un mes no es muy distinta: la mayor parte de ellos los firman los jóvenes menores de 30 años, pero el mayor número de contratos se realizan a trabajadores de entre 30 y 50 años. Los más mayores tampoco se libran de esta forma de trabajo temporal y precaria.
Por sectores, es servicios el que tiene un mayor volumen de contratos breves. En relación con el abrumador porcentaje de trabajadores que emplean en relación con el resto de los sectores de actividad de la provincia.
Un 38% de los contratos que se realizan en el sector servicios tiene una duración de menos de una semana (casi 40.000 sobre un total de casi 102.000); y en industria son un 22% de los contratos los que duran apenas unos días (3.218 de 14.836). Como sectores más estables en la contratación, la construcción, en la que los contratos de una semana son poco más del 4% sobre el total (280 sobre 6.492 el año pasado; si bien la temporalidad asociada al sector hace que la inmensa mayoría de las firmas no superen los seis meses de compromiso); y la agricultura, donde apenas un 2,7% de los contratos, a pesar de las campañas de temporeros, dura menos de siete días.