Los pueblos somos parte de la solución ante el reto demográfico»

Un asunto vital para el futuro de la provincia y de Castilla y León: el desafío demográfico. «Los pueblos somos parte de la solución», remarcó el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, en la bienvenida a sus colegas de la Comunidad, con una intervención en la que hizo una vehemente defensa de la vida en el mundo rural y reclamó esfuerzos unánimes y globales para luchar «contra el avance de la España vacía». Reconoció que la pérdida poblacional ha provocado en este territorio una «situación delicada, diría crítica, el envejecimiento y la pérdida de habitantes es constante y requiere la implicación de todos». Y aunque Majo reiteró que «no existe una varita mágica» para cambiar la situación de un día para otro, es «obligada y urgente» la presentación y aplicación de la Estrategia Nacional contra la Despoblación «porque es un problema que afecta a España y a Europa; es un problema de Estado, tal vez el más relevante al que nos enfrentamos y requiere soluciones de Estado».

Ayudas e incentivos para los emprendedores en el área rural, no perder el tren de las nuevas tecnologías, reducir la brecha digital, innovación, viviendas para jóvenes, empleo... Fueron algunos de los factores señalados por el presidente de la institución provincial leonesa para levantar diques contra la sangría poblacional. «Una estrategia que dé facilidades para quedarse o decidir ir a vivir al pueblo».

Cree que actividades tan defendidas en la actualidad para luchar contra la despoblación, como el turismo, «no son suficientes para mantener las comunidades rurales, si no hay otros motores económicos o incentivos». Majo abogó por el binomio territorio-recursos endógenos para combatir los desequilibrios entre lo rural y lo urbano, en la senda del desarrollo sostenible. «Aprovechemos los recursos, no olvidemos que los pueblos abastecen el consumo de las grandes capitales, y su transformación en el mismo medio rural como apuesta por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente».

También una fervosora defensa del papel de las diputaciones en esta lucha contra la merma poblacional. «Es la administración más adecuada para implementar la Estrategia Nacional contra la Despoblación». Y momento, además, para repasar las líneas de acción de estas instituciones para impulsar el desarrollo de los pueblos: los planes provinciales de obras, los programas de generación de empleo y fomento del emprendimiento, atención social, actividades culturales... «Queremos participar y aportar nuestra experiencia y conocimiento ante este desafío demográfico, queremos trabajar para reducir la brecha entre el medio urbano y el rural; porque el futuro de España y los españoles no se entiende sin los pueblos».

Martínez Majo, natural de un pueblo (Velilla de la Reina) y residente en otro (Valencia de Don Juan), rogó en está defensa de la vida en el área rural: «No demonicemos el vivir en los pueblos. Ni un complejo más, residir allí es tan digno como hacerlo en la ciudad».

Aunque el panorama de la despoblación refleja unas cifras alarmantes, el presidente de la Diputación de León invitó a todos a superar el «discurso del no hay alternativas al despoblamiento». Instó a pensar en nuevos modelos, nuevas políticas y acciones coordinadas «para evitar la pérdida cultural y ambiental que supondría el fin del mundo rural».

Una carta de servicios completa (sociales, culturales, educativos, sanitarios, innovación, impulso del empleo, nuevas tecnologías...) que «tenemos la obligación de poner en valor para que las nuevas generaciones también conozcan las bondades de lo rural», apostilló el responsable de la Diputación.