MOCIÓN DE CENSURA
Rajoy y Sánchez se vuelcan con el PNV antes de la moción de censura
El PP intenta a la desesperada atar el apoyo de los peneuvistas, que reúnen este jueves a su Ejecutiva para decidir
Los dos políticos que se juegan su futuro y el de España en las próximas 48 horas, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, llevan días calentando los teléfonos del PNV para intentar arrancarles cuál será su posición en la moción de censura al Gobierno que, raíz del caso Gürtel, se someterá a votación en el Congreso este viernes. Los nervios por la incertidumbre del resultado se han ido haciendo más visibles en vísperas de la gran cita, jornada en la que no han dejado de sonar los móviles de los nacionalistas vascos que capitanea Andoni Ortuzar. Tanto Sánchez como Rajoy se han puesto directamente en contacto con Ortuzar para intentar convencerle de que merecen su respaldo y, según fuentes de ambos partidos, han hecho lo propio dirigentes de PP y PSOE y se mantiene línea abierta con Euskadi desde La Moncloa.
Los nacionalistas vascos, según parece, continúan sin soltar prenda. Como viene relatando este diario desde el pasado viernes, los peneuvistas -sabedores de la presión que supone mantener a Rajoy en el Gobierno tras Gürtel y con la obsesión de alejar en lo posible las generales por el tirón en los sondeos de Cs, enemigos del Cupo- mantienen conversaciones con todos los grupos políticos interesados en conocer su parecer. También con Podemos, PdeCAT y ERC. Pero a ninguno le han dado una respuesta cierta desde el día en que se registró la moción en la Cámara Baja. Tampoco a los de Rajoy, por más que algunos cargos del PP se hayan esforzado por transmitir en público lo contrario, alegando que estaban en juego los presupuestos.
Lo cierto es que esos presupuestos del Gobierno del PP que ya han pasado el trámite del Congreso, y que efectivamente tienen contrapartidas muy sabrosas para los peneuvistas, no tienen por qué verse afectados por una censura al Ejecutivo. Si Sánchez ganara esa moción que los suyos califican como "de la dignidad", mientras que los conservadores la tildan de "chantaje", el proyecto presupuestario seguiría su trámite en el Senado, puesto que las Cámaras no se disuelven y mantienen tal cual su composición actual.
Allí los populares tienen mayoría absoluta, por lo que podrían introducir enmiendas en las cuentas públicas que perjudicasen a los nacionalistas vascos. Pero pasarían de nuevo al Parlamento donde se tendrían que avalar o vetar esas nuevas enmiendas y es probable que los mismos grupos que previamente hubieran llevado al PSOE hasta La Moncloa las tumbaran. Por lo que todo quedaría en un gesto del PP. Existe otra opción más rocambolesca: que los conservadores optaran por votar en contra de sus propios presupuestos en el Senado. Sin embargo eso conllevaría una imagen antisistema del partido conservador que a priori no cuadra demasiado con el ideario que pretenden transmitir en España y en Europa.
En todo caso en la organización de Rajoy se preguntan cómo pretende Sánchez gobernar con unos presupuestos que son "de derechas" según el PSOE y que no ha apoyado durante todo su paso por el hemiciclo. Se trata de resaltar la "incoherencia" de los socialistas y su interés, dicen, por gobernar "a toda costa". La realidad es que los nervios arrecian mientras que los peneuvistas anunciaron en la tarde de este miércoles que será el jueves, cuando ya haya empezado el debate sobre la moción al Gobierno, cuando reunirán a su Ejecutiva para decidir su voto.