Seis presos soberanistas están ya bajo tutela independentista en cárceles catalanas
Los CDR reciben con pancartas y lazos amarillos a Junqueras, los Jordis, Romeva, Dolors Bassa y Carme Forcadell.
Una decena de personas se manifiestan a las puertas del centro penitenciario del Puig de la Bassa en Lllers. ROBERT TOWNSED
cristian reino | barcelona
Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Raül Romeva, Jordi Cuixart, Dolors Bassa y Carme Forcadell pasaron ayer su primera noche en una cárcel catalana. Son los seis primeros dirigentes secesionistas, de los nueve que están procesados y presos, que han sido trasladados desde tres centros de Madrid tras la decisión del Gobierno central de acercarlos cinco días antes de la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra en la Moncloa. Junqueras, Sànchez, Cuixart y Romeva llegaron hacia las 13.30 a la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada, a unos 70 kilómetros de Barcelona, mientras que Bassa y Forcadell ingresaron en la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona) a primera hora de la tarde. En los próximos días se unirán en Lledoners Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, que pidieron el permiso con posterioridad.
Bajo la supervisión de la Generalitat, que tiene las competencias en materia penitenciaria, los exconsejeros y los ‘Jordis’ fueron internados en el módulo 2 en celdas individuales tras someterse a una revisión médica y psicológica. Llegaron en furgones policiales de los Mossos después de hacer el cambio de custodia con la Guardia Civil en Brians 2, cárcel a la que llegaron desde Zaragoza, donde pasaron la noche del martes al miércoles.
Sin identificación de los Mossos
La Generalitat evitó los vehículos con la identificación de los Mossos ante el rechazo que ha provocado en sectores del independentismo que el Gobierno catalán ejerza de «carcelero», expresión del diputado de Esquerra Gabriel Rufián. A su llegada, un centenar de manifestantes, que esperaban con lazos amarillos y banderas independentistas, corearon consignas a favor de la libertad de los presos. El recibimiento fue más bien modesto porque la ANC y las asociaciones de familiares de los presos habían pedido que las movilizaciones no obstaculizaran el paso de los furgones policiales. Fue distinto horas después, por la tarde, con los reclusos ya en el penal. Los independentistas organizaron una «marcha» para reclamar su excarcelación que transcurrió durante un kilómetro desde Sant Joan de Vilatorrada hasta la prisión. Quim Torra participó en la protesta.
La bienvenida se completó con una visita del presidente de la Generalitat a los presos dentro del centro penitenciario.
La consejera de Justicia, Ester Capella, negó que los líderes secesionistas vayan a tener privilegios en las cárceles catalanas, pero en cambio sí disfrutaron de una visita como la de Torra en Lledoners o de Roger Torrent en Puig de les Basses el mismo día de su ingreso.
Casi a la misma hora que los exconsejeros llegaban a la prisión catalana, el presidente de la Generalitat y el presidente del Parlamento catalán pronunciaron un discurso institucional frente a la Cámara catalana para dar la bienvenida a los presos, para reclamar su libertad, exigir el archivo de las causas penales y lanzar un par de mensajes a Pedro Sánchez. «El acercamiento de presos no es ninguna concesión, no es ningún gesto político, ni forma parte de ninguna negociación», afirmó Torra.