Casado denuncia una persecución tras elevarse al Supremo su caso
El líder del PP niega que el título fuera un regalo como sospecha la jueza y advierte de que no dimitirá.
m. e. alonso | madrid
Pablo Casado no dimitirá por las supuestas irregularidades en un máster que cursó hace diez años en la Universidad Rey Juan Carlos. Ni ahora ni si finalmente el Tribunal Supremo lo cita como imputado, después de que la jueza que instruye la causa la elevara ayer al Alto Tribunal al apreciar indicios sólidos de «responsabilidad penal» y de «criminalidad». En su auto, Carmen Rodríguez-Medel considera que al presidente del PP le podrían haber regalado el curso de posgrado por su «relevancia política». Pero Casado, que entonces era diputado de la Asamblea de Madrid, niega la mayor. «En ningún caso se puede tratar de regalo algo que no se tiene. Yo no tengo ningún título para colgar en ninguna pared», aseveró.
Antes de poner rumbo a Colombia, donde hoy acudirá a la toma de posesión del nuevo presidente Iván Duque, el dirigente popular compareció en la sede de Génova, en una sala de prensa atestada de periodistas en pleno verano. Quiso dar la cara como lo hizo hace cuatro meses cuando se conoció que había obtenido el mismo título en Derecho Autonómico que Cristina Cifuentes y enviar un mensaje de calma a sus propias filas, que hace apenas dos semanas lo eligieron como relevo de Mariano Rajoy. «Transmito a todos los miembros del PP absoluta tranquilidad, lo hice todo correctamente», remarcó.
Casado reconoció sentirse perseguido y habló de «indefensión» ante un caso que, en su opinión, es «irrelevante políticamente». En su comparecencia, el presidente popular deslizó otros presuntos casos de «titulaciones ficticias» en altos cargos del PSOE o Podemos que no han tenido recorrido judicial similar para denunciar que lo que se está haciendo con él «no se ha hecho con nadie en este país». Casado insistió además en que no está imputado y se ofreció a colaborar con la máxima transparencia ante la justicia. Pero no aportó ningún dato o documento que pueda desmentir lo apuntado en el auto.
La titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid estima que ha quedado «indiciariamente acreditado» que el máster de la Universidad Rey Juan Carlos se usaba como «prebenda» para favorecer a perfiles relevantes de la esfera política e institucional o bien a figuras que mantenían estrechas relaciones con Enrique Álvarez Conde, director del posgrado y principal implicado en la trama.
Según argumenta Rodríguez-Medel, el catedrático otorgaba el título de máster «de manera arbitraria» a un grupo de alumnos vip usando siempre la misma técnica: les convalidaba 40 de los 60 créditos del curso y el resto se obtenían mediante la calificación de asignaturas en las que los alumnos no hacían nada. Este mismo ‘modus operandi’ se realizó en otros cursos, incluido el de la expresidenta de la Comunidad de Madrid.
La actuación delictiva estaría, según la instructora, en la «calificación arbitraria» de cuatro materias, en las que Casado obtuvo sistemáticamente sobresalientes existiendo indicios de que no se cumplieron las exigencias del máster y sin que se haya corroborado que éste hiciera los trabajos requeridos.
Rodríguez-Medel sospecha que Casado cometió un delito de cohecho impropio y otro de prevaricación administrativa como cooperador necesario al entregar la documentación para lograr el título. Sin embargo, como es aforado, la magistrada no puede continuar indagando, de modo que ha elevado la causa al Supremo, el órgano jurisdiccional competente para imputarle en todo caso.