Merkel llega a España para sellar su alianza con Sánchez
Angela Merkel llega a Doñana para celebrar durante este fin de semana una cumbre informal con Pedro Sánchez. La canciller alemana se encuentra en un momento de gran debilidad y necesita a España como aliado en Europa, sobre todo en inmigración. Madrid puede convertirse en un socio clave para lograr conformar una coalición comunitaria que logre ordenar los flujos migratorios en base a unos criterios éticos. Y así la canciller podría apuntalar su delicada posición en Berlín, donde sus propios socios bávaros la boicotean mientras la ultraderecha sigue al alza azuzando la xenofobia.
Merkel inaugura el curso político en España, pero con el asunto que ha consumido la parte del león de su tiempo desde hace tres años. La inmigración. Su decisión de mantener las fronteras abiertas en el otoño de 2015 y la llegada desde entonces de 1,3 millones de personas a Alemania (en su mayoría sirios, iraquíes y afganos) ha trastocado la hoja de ruta de su mandato y polarizado enormemente a la sociedad alemana y el debate político. Sin duda, será el tema por el que se le acabará juzgando a la canciller. Y en el momento actual, es una incógnita si la valoración final de sus cuatro legislaturas será positiva o negativa.
El gran socio
Madrid, por su parte, ha dado muestras de buena voluntad. El Gobierno español es el único socio europeo con el que Berlín ha firmado un acuerdo bilateral para frenar la denominada migración secundaria dentro de la Unión Europea, esto es, los movimientos de extranjeros dentro del bloque que ya han sido registrados en un país. Son apenas un puñado los que, habiendo sido inscritos en España, han seguido hasta Alemania. Pero es un gesto que la canciller precisa como el agua en estos momentos. Pero Merkel necesita más. La Unión Socialcristiana (CSU), los socios bávaros de la canciller, estuvieron a punto de tumbar el Gobierno alemán el pasado julio porque Merkel se negó a su propuesta de rechazar en la frontera a todo migrante secundario. La jefa del Ejecutivo dijo que las soluciones no podrían ser unilaterales, no consensuadas o a costa de terceros. Y pidió tiempo para una «solución europea».
Ahora es el nuevo Gobierno español el que también aboga por lograr una «solución europea». La llegada de inmigrantes se ha disparado en el sur del país en los últimos meses y, aunque la situación no es en absoluto comparable a las cifras que registró el año pasado Italia o la avalancha humana de la ruta de los Balcanes en 2015, las capacidades de acogida de España están acercándose peligrosamente al colapso.