«Aquel día empecé a correr y todavía sigo corriendo»
Ana Cortés acababa de salir del metro en las Ramblas la tarde del 17-A cuando oyó chillidos y pudo esquivar por poco la furgoneta de Younes Abouyaaqoub. Se refugió en el metro, donde tuvo que huir corriendo por la amenaza de bombas: «Salimos corriendo y hasta ahora sigo corriendo».
Cortés, una de las víctimas del 17-A asesorada por la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo (Uavat), expuso ayer su vivencia de aquella fatídica tarde en una rueda de prensa en la que las víctimas pidieron a los políticos que hoy, en los actos de homenaje, no utilicen su dolor, tras haberlas olvidado desde entonces. «Acababa de salir de la boca del metro, junto a la fuente de Canaletas (al principio de las Ramblas). Oí chillidos y vi a gente corriendo. Me giré y vi a la furgoneta a medio metro, ya pasando. Vi todo lo que hizo. Buscaba a los grupos de gente, la gente salía volando, me quedé paralizada», explicó. Cortés vio a mucha gente sangrando, en el suelo, y a algunos muertos, en una imagen que todavía no se ha logrado quitar de la cabeza, al igual que el ruido de las sirenas, que todavía le persigue.
«Los Mossos d’Esquadra empezaron a desalojar y a mí me tocó el metro. Cerraron todas las salidas. Pero al cabo de poco nos dijeron que teníamos que desalojar porque alguien comentó que había bombas en el metro (luego se comprobó que no era cierto). Pasamos mucho miedo, abrimos la puerta y salimos corriendo... y hasta ahora, sigo corriendo», explicó.
Ansiedad y miedo
Desde entonces, ha sufrido numerosos ataques de ansiedad, tiene miedo cuando va por la calle y oye sirenas o ve a gente corriendo y se siente una víctima más. «La gente me dice que tuve mucha suerte, pero que te lo digan cada día es duro: sí que tengo heridas, son internas, no se ven y cuestan mucho de curar», lamentó «Mentalmente sigo corriendo, tengo imágenes recurrentes, las sirenas son horribles, me da pánico ir por la calle y ver gente corriendo o gritando. Voy mirando siempre por todas partes», describió.
También ha expuesto su testimonio una mujer, Núria Figueras, que se encontraba en el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona) cuando los yihadistas intentaron atropellar y luego apuñalar a las personas que se encontraban a su paso.