Calvo pide a Casado que no rompa la unidad contra la violencia machista
Defiende el decreto que permite reconocer la condición de víctima de una maltratada.
Carmen Calvo se dispone a firmar ayer en el libro de visitas del Museo Íbero de Jaén. CARLOS CID GAITAN
COLPISA | JAÉN
«El pacto contra la violencia de género estaba atascado en los fondos y en las medidas», aseguró la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, para justificar el decreto ley contra la violencia machista, aprobado en Consejo de Ministros el 3 de agosto. «Desarrolla de manera impecable» el pacto alcanzado con los demás partidos políticos, dijo.
Tanto el PP como Ciudadanos han criticado la resolución, ya sea por presunta «inconstitucionalidad», por no llevarlo al Congreso e incluso por anunciarlo en verano. Ayer, Calvo encaró al nuevo presidente del PP, Pablo Casado al pedirle que «no rompa la unidad en la lucha contra la violencia machista. Tiene que entender que el decreto hace un desarrollo impecable de las medidas del pacto, que su partido votó a favor, y que en la lucha contra la violencia machista no caben atajos para hacer política». Sería «decepcionante», añadió a la salida del Museo Ibero de Jaén.
Para Calvo, el Gobierno aceleró «lo máximo posible» unas medidas que modifican la ley integral de 2004. Así, desde este mes, cualquier mujer maltratada, aunque no haya denunciado, puede ser acreditada como «víctima de violencia de género», con derecho a recibir de las administraciones públicas las ayudas legal, psicológica, social, económica o laboral que sean necesarias. La nueva ley también obliga a que la víctima tenga derecho a disponer con urgencia de un abogado de oficio y de un procurador gratuitos. Además, establece partidas para maltratadas sin recursos y posibilita que los menores puedan recibir ayuda psicológica sin necesidad de que sea autorizada por sus padres.
La ministra Carmen Calvo atribuyó las críticas vertidas a la nueva ley en un «discurso absolutamente radical y extremo», que «sería conveniente que no se hiciera con una tragedia tan enorme como la violencia machista y el asesinato de las mujeres».