El vicepresidente de la Junta sobre Franco: «Que por favor le saquen ya»

ICAL / R. PASCUAL

VALLADOLID / MADRID

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, entró ayer en la polémica sobre la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos: «Que por favor le saquen ya», ha dicho De Santiago-Juárez. El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León ha añadido que sea para que «a partir de ahí el Gobierno hable de los problemas de los vivos, que es más importante».

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el también consejero de la Presidencia se decantó, ante la polémica surgida por la propuesta del Ejecutivo de Pedro Sánchez, por que el traslado de los restos del dictador se realice «lo antes posible y los lleven donde quieran o quiera su familia». Y opinó que la exhumación se realice cuanto antes y después que se hable de los problemas que afectan a los ciudadanos, como la sanidad o las pensiones.

EL DÍA DE LA DECISIÓN

Hoy es el día D, día F, según se mire. Casi 43 años después de la muerte, el Consejo de Ministros aprobará la exhumación de los restos de Francisco Franco, que se podría realizar el próximo mes de septiembre. El Gobierno plantea desenterrar al dictador en secreto para evitar protestas.

La vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, ha defendido no informar del día en el que se trasladará el cadáver para evitar protestas. Según ha manifestado en declaraciones a Tele 5, su formación calcula que podría hacerse en septiembre.

El Congreso tendrá que convalidar antes esta medida histórica, que el PP y Ciudadanos ya han dicho que no piensan apoyar, aferrándose a la forma técnica con la que Pedro Sánchez piensa blindar la medida: un decreto ley. El ministro de Cultura y Deportes, José Guirao, ha acusado a ambas formaciones de usar como «excusa» esta cuestión procedimental para oponerse a la exhumación de los restos de Franco.

«Sorprende la diferencia entra la votación del año pasado, cuando el PP se abstuvo, pero nadie votó en contra, y la reacción de ahora», ha comentado, evocando el resultado del debate de hace un año en el Congreso sobre la exhumación. «Me sorprende la diferencia sin que haya habido motivos sustanciales», ha apostillado. «Que el tema que la figura sea un decreto ley es una excusa porque el trasfondo es el mismo».

COMO LOS CAMPOS NAZIS

El ministro ha argumentado que «el Valle de los Caídos no es un patrimonio. Mantener este tipo de lugares solo tiene sentido como ejemplo de lo que no debe volver a pasar, como pasa con los campos de concentración nazis».

Guirao no ha sido el único en señalar al PP y Ciudadanos. Representantes de otras fuerzas del arco parlamentario les han culpado de escudarse en este formalismo para no posicionarse sobre el asunto de fondo: si se quiere o no realmente desenterrar a Franco para que el Valle deje de ser un punto de glorificación franquista. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha señalado que sería una «pena» que este «debate de fondo» quede «oculto por una cuestión procedimental». En su opinión, resulta «francamente paradójico e incomprensible» que esa crítica la plantee «precisamente» el PP, «que ha hecho un uso abusivo del real decreto durante años». Erkoreka ha considerado «insostenible» en un régimen democrático que siga «la exaltación» a un «dictador sanguinario y liberticida». Más contundente aún ha sido el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, que ha tachado de «lamentable» la posición de PP y Cs, a los que ha acusado de estar «peleando» por «buscar el voto de gente afín a la dictadura», algo que ha considerado un error porque «no hay tantos fascistas» en España.

Más allá del procedimiento del decreto ley, para no meterse en asuntos de memoria histórica, Ciudadanos y el PP vuelven al clásico argumento de que «no hay que reabrir heridas» ni volver a «batallas fratricidas». Si Albert Rivera y Pablo Casado blandían estos argumentos el miercoles, ayer ha incidido en ellos el secretario general de los populares, Teodoro García. Preguntado por si apoyaría una eventual anulación de los juicios de la dictadura (a la que tanto PP como Cs se oponen), ha señalado que no se siente «preparado para revertir el consenso constitucional» de la Transición porque «mirar al pasado no es bueno».