ENTREVISTA AL LÍDER DEL PSC
Miquel Iceta: 'Quienes buscan rédito del enfrentamiento juegan con fuego'
-¿Tendremos un otoño tan caliente como se augura?
-Si hay voluntad y capacidad de mirar al país entero no será tan caliente como dicen. Si hay quien solo quiere dirigir a una mitad del país contra la otra todas las previsiones son negativas.
-¿Está Ciutadans jugando con fuego capitalizando las brigadas de limpieza de los GDR?
-Todos los que buscan rédito del enfrentamiento juegan con fuego. Los que lo hagan son irresponsables. Todos. Los políticos no somos a veces conscientes de nuestra influencia. Si la ciudadanía ve que los responsables políticos entre ellos no se respetan difícilmente tendrá actitudes más contenidas.
-¿Qué pensó al ver la manifestación del miércoles en la Ciutadella?
-No me sorprendió, desgraciadamente. Estaba cantado. Cuando se quiere llevar el conflicto a la calle las posibilidades de incidentes son grandes.
-¡Algunos medios y partidos dibujan un clima de violencia en las calles. ¿Existe o cree que alguien quiere crearlo?
-No se puede hablar de violencia generalizada ni mucho menos, pero sí de incidentes aislados que nos tendríamos que ahorrar y que pueden servir como prevención, de alerta de caminos que es mejor no empezar.
-¿Qué papel tiene que jugar el PSC en el pulso por los lazos?
-Explicar las cosas como son: primero, todas las opiniones son legítimas y se tienen que poder expresar; segundo, si las instituciones quieren ser de todos no pueden exhibir de forma permanente símbolos de parte. Y, tercero, la libertad de expresión no tiene que derivar nunca en imposición monocromática. El papel del PSC es demostrar que es posible la convivencia, el respeto de sentimientos de identidad distintos y que es posible encontrar una solución para avanzar en autogobierno y financiación sin dañar la convivencia ni romper nada.
-¿Cataluña está dividida o fracturada?
-Yo creo que está dividida. La división tiene que preocupar si se convierte en fractura, ruptura entre dos bloques enfrentados de forma permanente. Eso sí que sería un problema. Hay riesgo de que nos acerquemos a esa situación o nos instalemos en un bloqueo que impida avanzar. El Govern haría bien en demostrar que piensa en todo el país y no solo en una parte.
-Pasados los 100 días de gracia de Quim Torra, ¿cómo valora la gestión de su Govern?
-Aún no podemos hablar de un Govern, sino de especie de comisión de enlace entre ERC y JxCat a la espera del juicio. Cuál es el objetivo? No lo conocemos. Cuál es su estrategia más allá de respaldar a los que están pendientes de juicio? El independentismo fue a las elecciones con un programa inviable (retorno de Carles Puigdemont, salida de los presos y la proclamación de la república en caso de ganar) y ahora tiene la dificultad de reformular su objetivo y de reconocer que no tiene mayoría. Ahora reivindica el mandato del 1-O y pide otro referéndum. O una cosa o la otra. Es la contradicción de un 'president' que se manifiesta delante de una prisiones que dependen de él. Hay un discurso muy inflamado pero la práctica es de aceptación, sin duda resignada, de la legalidad. Desde esta aceptación entramos en el deshielo entre gobiernos y ahora hay que ver si se da el tercer paso: que esta distensión implique lograr acuerdos concretos que permitan generar una confianza para abordar el problema de fondo.
-¿Hay opción real de diálogo o el Govern estará mareando la perdiz hasta la sentencia del juicio?
-Intento no dejarme llevar por los prejuicios. Creo que el independentismo tiene muchas dificultades de establecer una estrategia antes de que haya el juicio y la sentencia. Por lo que es terreno de difícil concreción de acuerdos políticos de fondo. Si el Govern tuviera claro el camino del diálogo podríamos llegar a acuerdos muy rápidamente en cuestiones que afectan mucho al día de los catalanes.
-¿Qué es hacer república? ¿Qué piensa cuando escucha a un 'conseller' hablar de república virtual?
-La necesidad de mantener un discurso sin ninguna relación con la realidad en la que se vive. No sé qué es hacer república y creo que ellos tampoco. No hay mayoría para hacer república si hacer república quiere decir crear un Estado independiente. Precisamente por eso dicen hacer república, porque ahí caben muchas cosas: los valores republicanos, de participación, de igual dignidad de las personas, de libertad... Muchas veces se juega con la ambigüedad de las palabras para que parezca una cosa que no es. Y esto es el hacer república hasta ahora practicado por el Govern. Cuando se dice que la república será virtual o digital es la asunción de que en la realidad esto no se producirá.
-¿Entiende que el Parlament esté cerrado por las discrepancias internas del Govern?
-El Parlament no está operativo porque hasta ahora no tenían un acuerdo sobre cómo aplicar la resolución de Llarena sobre la suspensión de diputados. Si es verdad que ahora ya tienen un acuerdo, estaría bien que lo pusieran en marcha porque cuando el debate no se produce en las instituciones puede desbordarse en otros sitios.
-La lógica pre-procés llevaría a ustedes y JxCat a intercambiar apoyos presupuestarios en Parlament y Congreso. ¿Hay espacio para ello en la nueva lógica?
-Creo sinceramente que no. Si el Govern está instalado en hacer república, en la independencia, no podemos colaborar. Si tuvieran otros objetivos quizás pero es muy difícil. No podemos ser parte esquema político que deja fuera a la mitad del país.
-¿Cómo ha cambiado su vida y la del PSC la llegada de Sánchez al Gobierno?
-Un cambio de clima muy importante. Como si se hubiera levantado la tapadora de la olla a presión. Ahora hay margen de maniobra y esperanzas, pero más responsabilidad.
-¿Qué medidas cree que podrá llevar a cabo Sánchez en lo que queda de legislatura?
-Al no tener mayoría, necesitará grandes esfuerzos de negociación. La decisión de quitar a Franco del Valle de los Caídos es una declaración de principios. En Cataluña se abre una perspectiva que no existía. Esperamos unos presupuestos que superen la austeridad, y medidas en justicia social, problemas ecológicos, feminismo, inclusión territorial, europeísta y de futuro. Los partidos que echaron al PP tienen cierta obligación a que la alternativa sea viable.
-En campaña usted abogó por eventuales indultos si hay condenas para los presos soberanistas. ¿Sigue creyendo en ellas?
-Ahora lo que se tiene que producir es el juicio lo antes posible. Acostumbrarnos a la separación de poderes. Especular no es lo que toca.
-Jordi Cuixart y Jordi Sánchez llevan casi un año en prisión preventiva por intentar que una manifestación pacífica fuera pacífica. ¿Lo entiende?
-Desde el primer día hemos dicho que prisión preventiva era excesiva. Igual que hemos dicho que el delito de rebelión no se ajusta a lo que ocurrió.
-Sánchez precisamente propuso reformularlo para ajustarlo.
-Hay que esperar la sentencia y ver qué cosas del sistema legal y penal no han funcionado. Intentar romper España, saltarse la Constitución merece una sanción penal pero que no se ajusta al tipo delictivo de rebelión. Será un juicio complejo y con grado de emotividad. balance. Si tocan reformas legales después, habrá que emprenderlas.
-¿Cuánto tiempo seguirá la cuestión catalana sin estar resuelta?
-Hasta que los catalanes quieran. Desde hace mucho tiempo una parte muy significativa de catalanes quiere cambiar la relación con España y a esto hay que darle respuesta. El problema no es Quim Torra o Carles Puigdemont, sino que hay una parte muy significativa de Cataluña que rechaza el actual esquema de relación. E incluso, entre los que estamos en contra de la independencia, hay muchos que tampoco queremos que las cosas se queden como están. Ahora Sánchez empieza a dar una respuesta política, la reforma constitucional, que habrá que ver si tiene mayoría suficiente en España y un apoyo suficiente en Cataluña.
-¿Que PP y Cs se escoren luchando por el electorado más ultra le da una oportunidad al PSC y el PSOE para captar voto moderado?
-Yo creo que sí, porque deja a gente de centro que se siente huérfana. Hay un fenómeno de radicalización en el sentido conservador a nivel europeo. Pero creo que esteo nos da terreno para construir una mayoría socialista.