Agbar, primera gran empresa que vuelve tras el éxodo masivo
C. Reino | Barcelona
Aguas de Barcelona (Agbar) anunció ayer su decisión de establecer de nuevo su domicilio social en Barcelona, tras unos meses en Madrid, donde se trasladó el 7 de octubre de hace un año, una semana después del referéndum ilegal y de la huelga general, y poco antes de la declaración unilateral de independencia del 27de octubre. Agbar —integrado en la multinacional francesa Suez— se ha convertido en la primera gran compañía que da marcha atrás a su proceso de deslocalización. La firma señaló que la decisión de instalarse en Madrid tenía carácter temporal y que se adoptó para «preservar la seguridad jurídica de los inversionistas y proteger los intereses de sus trabajadores, clientes y proveedores». Su traslado era «un movimiento doloroso, pero necesario», dijo entonces, ante la existencia de «una presión muy fuerte» de los mercados financieros. La vuelta a casa, en este caso, viene facilitada por la actual «estabilidad económica», según informó ayer en un comunicado. La compañía aseguró que el cambio del domicilio social no ha tenido impacto en el servicio prestado a los clientes (3,5 millones en Cataluña), ni ha afectado a las inversiones planificadas, que se han ejecutado en los plazos previstos.