El Congreso da luz verde al traslado de los restos de Franco
Los siete nietos del dictador no han revelado todavía cuál será la nueva ubicación.
R. Gorriarán | Madrid
Una larga ovación de los diputados puso el colofón a la aprobación en el Congreso del decreto ley que autoriza la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Pero no todos aplaudieron, solo lo hicieron los 172 del PSOE, Unidos Podemos, Esquerra, PNV, PDeCAT, EH-Bildu y Coalición Canaria que votaron a favor; los 164 del PP, Ciudadanos, Unión del Pueblo Navarro y Foro Asturias que se abstuvieron, no secundaron el gesto. Ahora solo falta saber dónde se trasladan los restos del dictador. Sus siete nietos, de momento, no han informado de sus intenciones.
El Gobierno y el PSOE quisieron dar la máxima solemnidad al trámite parlamentario. La vicepresidenta Carmen Calvo defendió el texto y la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, expuso la postura de su grupo. El presidente del Gobierno no intervino porque no es diputado, pero escribió un inflamado mensaje en Twitter: «Justicia. Memoria. Dignidad. Hoy nuestra democracia es mejor». Era una forma de alejar el foco del revuelo creado en torno a su tesis doctoral.
El decreto se tramitará como un proyecto de ley para que los grupos hagan sus aportaciones a la reforma de la Ley de Memoria Histórica y ahí saltarán chispas porque las pretensiones de algunos tienen difícil encaje legal. La anulación de las sentencias impuestas por los tribunales franquistas, por ejemplo, es desaconsejada por numerosos juristas y en el Gobierno hay muchas dudas sobre su incorporación a la ley. Calvo, sin embargo, se comprometió con Esquerra Republicana a que el PSOE apoyará las enmiendas en ese sentido para incorporarlas a la norma.
Otra duda que despejar
Otra manzana de la discordia será el destino del Valle de los Caídos, construido por orden de Franco en el valle de Cuelgamuros en San Lorenzo de El Escorial entre 1940 y 1958. Aunque los socialistas abogaban por crear un museo de la memoria y la reconciliación, Sánchez rechazó la idea porque ese proyecto tiene que estar fuera de un conjunto monumental franquista. El presidente pretende que sea un cementerio civil, pero Podemos y otras fuerzas insisten en el centro de la memoria. La constitución de una comisión de la verdad sobre la Guerra Civil y la represión en la dictadura, la financiación pública de las exhumaciones de más de 120.000 personas enterradas en fosas comunes y la voladura de la gigantesca cruz serán otros puntos calientes. Todo ello se dilucidará en la tramitación del proyecto
El hispanista británico Paul Preston propuso ayer que los restos de Francisco Franco sean enterrados en el mar y argumentó que «dado que la decisión (de la exhumación) no será universalmente bienvenida, si este decreto ley llega a ser aplicado, el problema será encontrar un lugar de enterramiento universalmente satisfactorio».