La fiabilidad de los métodos de filtrado es muy variable
Con la popularización del ‘copia y pega’ en la era digital, las universidades ven necesario el uso de mecanismos que les faciliten el proceso de filtrado de violaciones de los límites de la propiedad intelectual. Los software para comprobar plagios son muchos, pero no todos ofrecen la misma fiabilidad ni las mismas características. Prácticamente cada centro de enseñanzas emplea una herramienta distinta para detectar indicios de plagio.
Universidades como la Complutense o la de Alicante utilizan Turnitin, una de las más potentes del mercado; otras, como la de Valencia o la de Oviedo, emplean Urkund. Herramientas de este tipo son demasiado costosas para el bolsillo medio (la suscripción varía dependiendo de los alumnos de cada institución, oscilando entre los 5.000 y los 6.000 euros sin extras) y en la gran mayoría de los casos no pueden adquirirse a menos que pertenezcas a un centro educativo o una organización.
PlagScan (usada por Moncloa para el análisis de Sánchez) o Viper manejan tarifas más asequibles (entre 40 y 50 euros por escaneo). Otras como Plag.es o Plagiarisma son gratuitas, aunque con la segunda la precisión es mucho menor.