Diario de León

El adiós de Sáenz de Santamaría a la política concluye con el ‘sorayismo’

El grupo queda desactivado y los afines a la exvicepresidenta aceptan su lugar en el nuevo PP.

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado durante el congreso que eligió nuevo presidente. ZIPI

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado durante el congreso que eligió nuevo presidente. ZIPI

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nuria vega | madrid

La despedida de Soraya Sáenz de Santamaría ha puesto punto y final a una corriente que aspiró a tomar las riendas del PP y que, paradojas de la política, aun habiendo llegado más lejos que María Dolores de Cospedal, resultó ser la gran derrotada del congreso de renovación del partido. La decisión de la exvicepresidenta del Gobierno de renunciar al escaño y abrir una nueva etapa personal ha propiciado que los últimos resistentes de su núcleo duro hayan accedido a ocupar un lugar -a veces, testimonial- en el proyecto de Pablo Casado. Quizás el más elocuente fue el jueves Cristóbal Montoro: «Esta vida es así, va y viene. ¡Qué le vamos a hacer!».

El extitular de Hacienda ejerce ya de presidente de la Comisión de Economía y Empresa del Congreso. Los órganos parlamentarios se han convertido en el destino de buena parte del gabinete de Mariano Rajoy y de los fieles de Sáenz de Santamaría. Es el caso de Íñigo Méndez de Vigo o Álvaro Nadal, al frente de los trabajos de Educación y del Estatuto de los Diputados en la Cámara baja. Se trata de puestos meramente representativos que llevan asociado un complemento salarial y que han permitido al líder del PP reestructurar el grupo en el Congreso para compensar a quienes dejaron el Consejo de Ministros e integrar a los afines de la exvicepresidenta.

El último en aceptar la semana pasada fue José Luis Ayllón, que sustituirá a Pablo Casado en la vicepresidencia de la Comisión Mixta para la UE tras su paso por la Moncloa. Desde enero hasta junio ejerció de jefe de gabinete de Rajoy. Antes ostentaba el cargo de secretario de Estado de Relaciones con la Cortes. Buen conocedor de los entresijos del Congreso, ha sido siempre un dirigente de la máxima confianza de la exvicepresidenta hasta el punto de dirigir su campaña en las primarias y participar en las negociaciones posteriores al congreso nacional del PP.

En aquellas conversaciones infructuosas, en las que el equipo de Sáenz de Santamaría reivindicó una presencia proporcional en los órganos de dirección, también jugó un papel relevante Fátima Báñez, quien iba camino de convertirse en secretaria general. La exministra de Empleo será la última ‘sorayista’ en adecuarse al nuevo PP.

Al final, solo Íñigo de la Serna, el exministro de Fomento sin acta de diputado y que llegó a figurar en las quinielas como potencial sucesor de Rajoy, optó por dejar la política. La continuidad del resto, así como el respaldo del presidente a Juanma Moreno en Andalucía o Alfonso Alonso en el País Vasco, ha servido a la actual cúpula del PP para trasladar su mensaje de integración. Aunque es evidente que el grupo de apoyos de Sáenz de Santamaría ha quedado desactivado.

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