Cataluña regresa al orden autonómico tras dos años de aislamiento absoluto
La Generalitat acudirá a una reunión multilateral sobre financiación con el resto de comunidades.
r. gorriarán | madrid
El frágil diálogo abierto entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la Generalitat dio su primer fruto, aunque sea de reducido tamaño. El Ejecutivo catalán enviará un representante a una reunión con Hacienda y el resto de comunidades sobre financiación autonómica. Será la primera cita multilateral a la que acude en dos años, un ámbito que Carles Puigdemont y Quim Torra habían abandonado y exigían una relación bilateral con el Estado.
Ni en Madrid ni en Barcelona quisieron echar las campanas al vuelo, pero en el Ministerio de Hacienda calificaron como un «primer paso» la presencia del Gobierno catalán en una cita de esas características. En la Generalitat fueron menos entusiastas y, aunque admitieron que este gesto sería impensable con Mariano Rajoy, recordaron que su representante no será un consejero ni viceconsejero ni siquiera director general. Será un subdirector general del área presupuestaria que irá a comprobar el estado del debate sobre el futuro modelo de financiación autonómica.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hizo ayer el anuncio durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso y lo atribuyó a la estrategia de acercamiento de Sánchez. «Este Gobierno -dijo- no se va a cansar de trabajar y dialogar para distender este conflicto». Fuentes del departamento también subrayaron que es un avance en «la normalización de las relaciones institucionales» con la Generalitat de Cataluña.
La reunión en cuestión es la del grupo de trabajo «con carácter político» que se acordó en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, y que debe plasmar en un documento las demandas de financiación planteadas por las comunidades autónomas. Pero más allá del objetivo del encuentro, el Gobierno de Sánchez valoró la respuesta de la Generalitat a su estrategia de mano tendida, aunque mantenga el discurso soberanista inflamado y beligerante.
La reunión del grupo de trabajo sobre financiación autonómica tendrá su complemento con la comisión bilateral mixta Estado-Generalitat de Asuntos Económicos y Fiscales citada para el 25 de septiembre. A esta sesión acudirá el Gobierno catalán representado al máximo nivel por su vicepresidente, Pere Aragonés, que tendrá su contraparte en la ministra de Hacienda. El número dos del Gobierno catalán y también consejero de Economía pondrá sobre la mesa la deuda del Estado con la Generalitat y que según sus cálculos, asciende a 7.607 millones de euros, y cuyo capítulo más abultado es la suma adeudada por la aplicación de la ley de dependencia, 2.871 millones, de acuerdo a las cifras que maneja el Ejecutivo catalán.
La Generalitat dejó de participar hace dos años en los encuentros multilaterales convocados por Hacienda, ya fuera el Consejo de Política Fiscal o las comisiones de trabajo. En 2016, el entonces vicepresidente Oriol Junqueras acudió por última vez al Consejo Fiscal, donde coincidió con Montero en su calidad de consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía. Con la radicalización del proceso soberanista en 2017, Cataluña dejó de estar presente en todos los foros autonómicos multilaterales, incluida la Conferencia de Presidentes.
Con el Gobierno de Sánchez, se reanudaron las comisiones bilaterales después de siete años en el congelador.
Mientras se conocía el retorno de la Generalitat al orden autonómico, el presidente catalán, Quim Torra, persistía en el discurso encendido y advirtió una vez más que «no aceptará» el referéndum sobre el autogobierno que propone Sánchez como salida al conflicto político de Cataluña.