El PSOE de Pedro Sánchez saca 5 puntos al PP de Casado y se consolida en el Gobierno
Los socialistas obtendrían un amplio respaldo social. Sólo la franja de votantes entre 35 y 54 años ve a Cs como mejor opción Sánchez lograría el mejor resultado desde el cuatripartidismo. Casado llevaría al PP a su peor dato histórico.
El PSOE sería el partidos más votado si se celebrasen ahora unas elecciones generales. Con el 27,7% de los votos, los socialistas mejorarían en 1.1 puntos su resultado estimado en julio y en cinco puntos el porcentaje obtenido en los comicios de 2016. Nada ha hecho mella. Ni la dimisión de la ministra de Sanidad por su máster, ni el ruido por la tesis del presidente Sánchez ni la consolidación de Pablo Casado como nuevo líder del PP. El PSOE ganaría las elecciones. Y lo haría con el mejor dato logrado por los socialistas desde las elecciones de 2015, cuando el cuatripartidismo se instaló definitivamente en la vida política nacional.
La fidelidad de voto de los socialistas se sitúa en el 62% (tres puntos por encima de la de julio). Además, el porcentaje de votantes de Unidos Podemos que ahora dicen que votarían al PSOE sigue creciendo y ya se sitúa en el 20% (en torno a un millón de votantes en números absolutos). A la inversa, sólo un 2% de votantes del PSOE se inclinarían por apoyar a Podemos (apenas 100.000 votos). El PSOE se sitúa como primera fuerza política en intención de voto entre jubilados y pensionistas, parados, estudiantes y las personas que se dedican al trabajo doméstico no remunerado. Con excepción de los votantes entre 35 y 54 años —entre quienes Ciudadanos sigue siendo la opción preferida— el PSOE encabeza con cierta autoridad la intención de voto en el resto de los grupos de edades. Incluidos el de los menores de 35 años (en el que siempre ha destacado Unidos Podemos) y el de los mayores de 65 (donde ha rivalizado tradicionalmente con el PP). El PSOE logra, además, extender su liderazgo hacia la izquierda: le arrebata la primera posición a Ciudadanos entre los españoles que se sitúan ideológicamente en el centro.
PP: se mitiga el efecto Casado
El PP de Pablo Casado mantendría la segunda posición pero se situaría ahora a casi cinco puntos de los socialistas (hace dos meses la distancia era de 2.2 puntos). Con el 22,8% de los votos válidos, empeoraría en 10.2 puntos su resultado de hace dos años. Sería el peor resultado obtenido históricamente por el partido conservador. Desaparece el estímulo que supuso la elección de Casado. La fidelidad de voto del PP cae 11 puntos: del 62% pasa ahora al 51%. Los datos de esta oleada alertan de un nuevo e inédito peligro para el PP: la doble fuga de votos. Por un lado, Cs sigue siendo el principal receptor de votantes populares desencantados con su partido (el 18% de quienes votaron a Rajoy en 2016 votarían ahora a Rivera, casi un millón y medio de votos). Por otro, casi medio millón de votantes del PP lo harían a Vox. Esto significa dos cosas, ninguna buena para el PP. La primera, que los apoyos que ahora pierden los populares no vuelven al estado ‘durmiente’ (desmovilizado) anterior a la elección de Casado sino que prefieren, directamente, otra opción política. La segunda, que el PP, que tradicionalmente ha desempeñado la compleja misión de contentar y atraer a los electores situados en todo el espacio ideológico que va desde el centro hacia la derecha, empieza a perder apoyos por los dos extremos. A Cs por un lado y a Vox por el otro, con preferncia para los votantes de más de 65 años.
Sin cambios apreciables en Cs
Ciudadanos lograría el 20,8% de los votos: 7,7 puntos más que su resultado de 2016 y siete décimas más que en julio. El electorado de la formación naranja parece seguir sumido, en parte, en el desconcierto y la confusión que le generó el nuevo escenario político con la llegada del PSOE al Gobierno y el cambio de líder del PP. Su mejor posición se debe más a la caída del PP que a una mejora suya. Su fidelidad de voto se mantiene en el 56%, baja en comparación con la que tradicionalmente ha mantenido este partido. La formación de Albert Rivera mantiene el porcentaje más elevado de votantes electoralmente desmovilizados, los que se declaran indecisos sobre su comportamiento electoral o propensos a la abstención: 25%.
Podemos sigue perdiendo apoyos
Unidos Podemos pasaría a ocupar la cuarta posición con el 15,1% de los votos, seis puntos menos que en 2016 y un punto menos que en julio. Sería su peor resultado en unos comicios generales de su trayectoria. Lejos queda la transversalidad que en algún momento logró la formación liderada por Pablo Iglesias. Cada vez más, los dos partidos del bloque de la izquierda, PSOE y Unidos Podemos, tienden a funcionar como vasos comunicantes: lo que pierde uno lo gana el otro. Su fidelidad de voto sigue estancada. Sólo la mitad de sus votantes de 2016 repetirían ahora su voto.
El PP es el partido que genera más rechazo entre los votantes: el 48% de los electores dice que en ningún caso votaría al partido de casado, un punto más que en la oleada de julio. La segunda posición de esta lista la ocupa Podemos, que genera un rechazo del 37%, especialmente entre los votantes del PP. El PSOE y Cs son los más aceptados.