PROTESTA ANTIFRANQUISTA
Cristianos de base preparan "gestos y acciones" contra la inhumación de Franco en la Almudena
Denuncian una posible violación de la Ley de Memoria Histórica y del código de Derecho Canónico. Quieren evitar que la catedral madrileña se convierta en "manantial de todo lo contrario a la democracia".
Con una reunión fijada para esta tarde, cristianos de base de diversas tendencias han iniciado la planificación de "gestos y acciones" contra la posible inhumación de los restos de Franco en la catedral la Almudena, aceptada por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
La reunión se ha organizado en los chats de whatsapp de estas comunidades para las 18 horas. El lugar que acoge la convocatoria no es casual: en el barrio obrero madrileño de Entrevías, el centro de pastoral San Carlos Borromeo, al que el anterior arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quitó el rango de parroquia por la particular liturgia crítica con que celebra las misas.
El ‘párroco’ Javier Baeza, también amonestado en 2007 por Rouco, dirigirá la reunión, y tomarán parte en ella las Redes Cristianas, el ala izquierda de la feligresía católica, que coordina el sacerdote claretiano Evaristo Villar. Contra la opinión expresada por el cardenal Osoro de que Franco se puede enterrar en la Almudena como "un bautizado", Villar explica a EL PERIÓDICO que "Franco no es un bautizado más, sino un verdugo, una figura contraria a la axiología del Evangelio".
El claretiano lamenta que la cripta de la Almudena, donde se enterraría al dictador cuando lo exhumen del Valle de los Caídos, "no sea un lugar para enterrar a los desahuciados, a los que no tienen dónde caerse muertos, y sí un lugar para hacer caja y enterrar a los ricos".
"CONNIVENCIA CON LA ULTRADERECHA"
Las Redes Cristianas han sido de las primeras entidades de base de la Iglesia en rechazar la inhumación de Franco en la catedral madrileña. En un comunicado emitido el pasado día 3, considera que la decisión de Osoro supone "connivencia" con "una forma de hacer política" que "se vincula a una ideología neoconservadora y a una ultraderecha antisocial que está muy lejos del Evangelio y de la orientación más progresista del Papa Francisco". El comunicado advierte de que la doctrina de Cristo "es justo lo contrario a la violencia, las desapariciones, las muertes violentas, las fosas comunes, o la guerra civil, que son precisamente los ‘logros’ de este dictador".
Tras la publicación de este comunicado, se han ido sumando estos días a la protesta entidades católicas como las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía, el Movimiento por el Celibato Opcional y las Comunidades de Cristianos de Base de Gijón (Asturias).
El enterramiento de Franco en la Almudena, "la convertiría en una especie de santuario franquista, manantial de todo lo contrario a la democracia y a la reconciliación entre los españoles", augura Villar, para quien Osoro corre el riesgo de "dividir a los propios cristianos de su diócesis, por la tibieza con que se manifiesta la jerarquía en este asunto".
CONTRA LAS LEYES
Los cristianos de base estudian acciones para denunciar lo que este enterramiento supondría de violación de la Ley de Memoria Histórica y de interpretación "torticera" del Código de Derecho Canónico.
El artículo 1242 de esa ley eclesiástica, reformado por el Concilio Vaticano II, establece que "no deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los cardenales o a los obispos diocesanos, incluso eméritos".
Pese a esta disposición normativa de la Iglesia, diversas diócesis españolas han hecho numerosas excepciones con cadáveres de personas más o menos ilustres.
"LUGAR DE PEREGRINACIÓN FASCISTA"
Este fin de semana, dos peticiones se han puesto en marcha en la plataforma Change.org para recoger firmas contra la inhumación de los restos de Franco en la catedral de la Almudena.
Ambas se dirigen al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al cardenal arzobispo Osoro. La que más firmas (1.100) lleva recogidas hasta el momento, lanzada por el madrileño Carlos Pastor, argumenta que "enterrar a un dictador en el centro de una ciudad no es propio de una era democrática" y expone que "una democracia sana y madura ensalza y rinde homenaje a personas que han construido un nación a base de valores democráticos; no a base de declarar y provocar muerte, sangre, guerra, bombardeos, represión, destrucción, dictadura y terror".
La otra petición, más minoritaria (lleva un centenar de firmas recogidas) y puesta en marcha por el vecino de Madrid Rafael Delgado, se dirige además a la vicepresidenta Carmen Calvo y al Ministerio de Justicia "para evitar que la catedral de la Almudena se convierta en una ofrenda a la dictadura en el corazón de Madrid" y "para evitar que la capital española se convierta en una peregrinación fascista". La petición expone que "los restos del dictador no pueden ir a parar a ningún cementerio público, ni edifico público".
El pasado viernes 5, ocho eurodiputados españoles pidieron por carta al Papa que medie con Osoro para que no dé sepultura a Franco en la catedral de Madrid. Entre los ocho firmantes, los catalanes Ramón Tremosa (PDECat), Josep Maria Terricabras y Jordi Solé (Esquerra Republicana) y las socialistas Ana Miranda y Clara Aguilera.