«Eso sí que es un punto débil que podéis utilizar»

Al PP le preocupaban más las filtraciones de la ‘caja B’ que el delito en sí. En Génova, la mayoría señalaban a Alfredo Pérez Rubalcaba o a su entorno más cercano como autores de las filtraciones. Y es en ese contexto en el que María Dolores de Cospedal, entonces secretaria general del PP, encargó a José Manuel Villarejo espiar Alejandro Pérez Rubalcaba, el hermano del entonces ministro, en la creencia de que las andanzas del familiar del titular de Interior eran su ‘talón de Aquiles’.