La ministra Calviño se perfila como futura comisaria europea
adolfo lorente | bruselas
La Comisión Europea finaliza su mandato el 31 de octubre y además de renovar a su presidente, hay que elegir a los 27 comisarios que conformarán el futuro Ejecutivo comunitario (uno por cada Estado miembro). ¿Quién sustituirá al popular Miguel Arias Cañete, actual titular de Acción por el Clima y Energía?
La decisión recaerá en el presidente de Gobierno de turno, supuestamente Pedro Sánchez. Incluso en el caso de que convocase elecciones anticipadas, es muy posible que seguiría tocándole a él por estar en funciones. Dicho de otro modo. La decisión nada tiene que ver con los cabezas de lista del PSOE o el PP para las elecciones europeas. Aquí el que manda es el dedo índice del inquilino de La Moncloa.
Se admiten apuestas. Apunten este nombre: Nadia Calviño. La actual ministra de Economía y Empresa fue uno de los fichajes estrella del nuevo Gobierno socialista al proceder, precisamente, de Bruselas, donde su currículo está muy considerado. Cuando recibió la llamada de Sánchez era directora general de Presupuestos, uno de los cargos técnicos de mayor caché. ¿Por qué decidió ir a Madrid con un ambiente político tan convulso y cuando en la Comisión ganaba tres veces más?
Además de la ambición personal de cada cual, quizá el porqué se encuentre en las elecciones europeas. ¿Será la futura comisaria española? En Bruselas, estarían encantados y su elección significaría que España contase con al menos una cartera y una vicepresidencia de relumbrón. «¿Por qué no? Es posible. Sería una gran comisaria», confiesa Joaquín Almunia. La gallega lidera todas las quinielas en los mentideros europeos.
Otra de las grandes incógnitas sobre el futuro baile de sillas europeo es la composición de las listas electorales para cubrir los 59 escaños que tendrá España en la próxima legislatura. Gana cinco respecto a la actual composición por la salida de Reino Unido de la UE.