Visto en Twitter
La policía que denuncia el machismo de sus propios compañeros en comisaría
Sonia Vivas narra episodios de 'compadreo' de otros policías con detenidos por violencia machista. Explica cómo se ríen de las víctimas, cuestionan sus testimonios o incluso las humillan
Sonia Vivas está harta del "compadreo" de sus compañeros policías cada vez que hay violencia machista por medio, incluso con los agresores. Risas entre ellos, cuestionamiento de las víctimas... Un sinfín de situaciones que han provocado que esta policía que trabaja en una comisaría de Palma se convierta en un icono feminista en su ámbito.
Pese a las dificultades y consecuencias que esto le ha traído durante los 14 años de profesión, Sonia no calla ante las injusticias que ve a su alrededor.
En los últimos días, con el auge de Vox y el cuestionamiento de la Ley contra la Violencia de Género, ha vuelto a poner el foco en lo que vive constantemente. Lo ha hecho a través de diferentes mensajes en Twitter donde ha puesto de manifiesto la necesidad de educar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en igualdad.
Ser mujer policía es tener que aguantar que muchos compañeros compadreen con los agresores machistas detenidos. Es venir toda removida de hablar con la mujer víctima que está destrozada por los golpes y escucharles reírse juntos como si estuvieran en un bar.
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 9 de enero de 2019
La reacción no tardó en llegar, incluso por parte de compañeros de profesión. Algunos testimonios para darle la razón y narrarle más episodios similares y hablar de los que llaman "polimachitos insensibles".
Policías me escriben por privado para contarme sus experiencias con los machistas de sus compañeros. Otros, en cambio, berrean a pulmón lleno viendo como el pedestal en el que están sentados comienza a tambalearse porque algunas como yo estamos ahí,azuzando. pic.twitter.com/OVAukfi5Nm
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 13 de enero de 2019
En el artículo Cuerpos de inseguridad feminista y el aliento del cromañón , publicado por la propia agente en Diario 16, explica cómo ser mujer, feminista, lesbiana y policía en activo y hablar de este machismo le lleva a un lugar complejo. "En un espacio de confrontación casi peligroso en el que, debido a tus impresiones, las violencias de todo tipo comienzan a atravesarte".
En él, explica que esta identidad es patriarcal y "machista en esencia", por lo que "abre la veda para que los machirulos con placa apoyados por una milicia de desesperadas compañeras que no quieren bajo ningún concepto ser tachadas de feministas, comiencen a torpedearte con expedientes administrativos y procesos internos para lograr taparte la bocaza". Una sensación que, insiste, no trata de generalizar sino de hablar de culturas y pilares sobre los que se construye una colectividad.
A raíz de este mensaje, ha ido explicando situaciones concretas que ha vivido en estos años de profesión. Como cuando sus compañeros cuestionaron si una prostituta podía ser violada.
Una prostituta subió con un cliente a un piso,dentro la abordó un tercero que le arrancó la ropa y ambos la forzaron. Gritaba desnuda en la calle en invierno.Tiraron su ropa a un patio y dijeron no conocerla de nada. La duda era si una puta podía ser violada.
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 11 de enero de 2019
O cuando bromearon sobre la posibilidad de hacer una felación sin desearla.
Una mujer salió sola a pasear el perro de madrugada, un tipo la metió a la fuerza entre dos coches obligándola a que se la chupara. Pocos policías entendían cómo se podía hacer una felación sin desearla.Luego, en el cuartel,los chistes en corrillo no faltaron
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 14 de enero de 2019
También narró la situación que ha vivido "mil veces" cuando una mujer es agredida y acude al cuartel. La humillación de la víctima, ponerla en el mismo espacio que a los agresores.
"Las víctimas se llevan en el coche que haya disponible". Como policía lo he escuchado mil veces cuando hay que llevar a una mujer apalizada al cuartel a poner denuncia.Verlas subir y bajar del cubículo trasero en el que se mete a los agresores lo dice todo
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 8 de enero de 2019
En definitiva, está harta de esos corrillos en los que se pone en duda la versión de la víctima, algo que dice no sucede cuando están otros delitos por medio.
Catorce años de policía en ejercicio y harta de escuchar a compañeros en corrillos poner en duda la versión de la mujer víctima. Los robos no se discuten,las agresiones a mujeres muchísimas veces en policía sí.#FelizSábado
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 5 de enero de 2019
Y por último, hace un cuestionamiento: asegura que el delito más común por el que ha visto que se retira un arma es precisamente porque sus mujeres les han denunciado por violencia de género. Y pide datos al respecto.
Catorce años de policía y creo humildemente que el delito más común por el cual se retira arma y se suspende a policías temporalmente es porque sus mujeres los denuncian por violencia de género. Me gustaría que se facilitarán estos datos.#FelizSábado
— Vivas (@SoniaVivasRive3) 5 de enero de 2019