Podemos exige a Errejón que abandone el partido de inmediato

ANDER AZPIROZ | MADRID

La dirección nacional de Podemos lo tiene claro. Íñigo Errejón se ha situado por voluntad propia fuera de la formación que ayudó fundar al firmar a espaldas de Pablo Iglesias una alianza electoral con Manuela Carmena en la Comunidad de Madrid. Con su traición no solo ha dejado automáticamente de ser el candidato del partido a la presidencia regional, sino que, además, la ejecutiva le insta a que entregue su acta de diputado de inmediato.

«Lo coherente sería dejar el escaño, pero es verdad que de algo tiene que vivir Íñigo Errejón hasta mayo de este año, y supongo que también pesa eso en su decisión», afirmó ayer Pablo Echenique a la cadena Ser.

Irene Montero, encargada de pilotar el partido mientras Iglesias disfruta de su baja paternal, fue aún más dura que el secretario de Organización. Primero acusó al exportavoz parlamentario, al que sustituyó en el puesto tras Vistalegre II, de «urdir un plan secreto» junto a Carmena. Después, afirmó que «la militancia de Podemos se merece un poco más de respeto».

«Yo creo —dijo Montero en declaraciones a La Sexta— que cuando una persona anuncia que se va a presentar por otra formación política a las elecciones, evidentemente se está yendo de Podemos. A partir de ahí, yo si fuese él, dimitiría, pero no es una cosa que habrá que preguntarle a él».

Tanto Montero como Echenique adelantaron que no se abrirá expediente de expulsión al exportavoz parlamentario, algo que sí se ha hecho con los seis concejales de la formación en el Ayuntamiento de Madrid que decidieron presentarse a las primarias de Más Madrid para repetir en la lista municipal de Carmena. Son situaciones diferentes, según justificó Echenique, aunque en ambos casos el comportamiento ha sido idéntico: un cargo de Podemos que se presenta a un proceso electoral en otra fuerza política, algo que prohíben expresamente los estatutos del partido.

Al renunciar a la expulsión, la dirección apuesta porque sea Errejón el que se marche por voluntad propia. Es la misma postura que adoptó con Carolina Bescansa tras salir a la luz un documento en el que la cofundadora planteaba, precisamente a Errejón, un pacto para descabalgar a Iglesias de la Secretaría General. Bescansa abandonará su escaño en las próximas semanas, si bien antes trató sin éxito de hacerse con el poder en la organización gallega.

De una forma u otra, el futuro del exnúmero dos de Podemos está fuera del partido. Iglesias no solo considera su movimiento como una afrenta personal, sino también para con la militancia que clamó de forma unánime por la unidad en la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II de febrero de 2017. Fue allí donde comenzó a mascarse una escisión que a día de hoy se presenta inevitable. Queda por ver qué será del ‘sector errejonista’ tras la marcha de su jefe de filas. Entre los fieles a Errejón figuran nombres de peso en el partido como el candidato a las europeas Pablo Bustinduy, el juez Juan Pedro Yllanes, la secretaria de Acción Institucional Auxiliadora Honorato o el diputado por Málaga Alberto Montero.

El exnúmero dos cuenta además con un importante número de seguidores en el grupo parlamentario del Congreso, que podrían plantar batalla interna lo que reste de legislatura. Aunque no lo harán en la próxima, ya que Iglesias ha copado las listas a las generales con candidatos de su entera confianza.

En Madrid, todo apunta a un importante traspaso de candidatos a la lista autónomica del tándem Carmena-Errejón, con Tania Sánchez, diputada nacional, y Clara Serra, portavoz de Podemos en la Asamblea regional, como principales figuras.

EL EX NO IRÁ A LA CITA

Este sábado Podemos celebrará su primer comité de campaña para prepararlas citas electorales del 26 de mayo. La reunión estará presidida por Irene Montero y a ella están convocados los secretarios generales y candidatos regionales. La duda estaba en si Errejón asistiría a la cita, ya que él mismo se consideraba hasta la noche del jueves aún el candidato en Madrid. Finalmente no lo hará, lo que evitará una imagen muy incómoda para el partido. Podemos busca ahora un relevo para quien hasta el jueves era su candidato y, quizá, en el que más esperanzas había depositadas. Uno de los nombres más probables el de Ramón Espinar. A su estrecha relación con Iglesias se suma su cargo de secretario general regional y su experiencia como diputado en la Asamblea madrileña.