REACCIONES
Rivera, sobre Puigdemont: "Es muy grande, no entiendo su lógica"
El PPC considera la medida 'contradictoria' y un signo de su 'paranoia'
El recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional presentado por el 'expresident' Carles Puigdemont contra la Mesa del Parlament por retirarle el voto delegado ha descolocado a propios y extraños. Así, mientras en JxCat y ERC se ha abierto una nueva crisis, en los partidos de la oposición ha brotado la perplejidad.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha admitido este martes que se queda sin palabras ante las actuaciones de Puigdemont y que no entiende su "lógica" de recurrir ante un tribunal español cuando es un fugado de la justicia española: "La verdad es que es muy grande".
"Ya no sé qué opinar. Si le dijera lo que pienso, le iba a dar un buen titular. No lo digo, porque me caliento", ha respondido Rivera al ser preguntado en un desayuno informativo por el recurso.
El líder de Cs ha considerado "surrealista" la actitud de Puigdemont y le ha pedido que regrese a España y "dé la cara como sus compañeros", porque "si uno está dispuesto a cometer delitos, deberá estar dispuesto a dar la cara ante los tribunales".
EL PPC, SORPRENDIDO
Por su parte, el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, ha asegurado estar "sorprendido" por el paso dado por el 'expresident'. "Sorprende que (Puigdemont) vaya a reclamar sus derechos constitucionales, de una Constitución que dice que es fascista, ante un TC que dice que es fascista. No sé si él también se ha convertido en fascista y como va al TC y defiende derechos constitucionales ahora ya todos somos fascistas", ha declarado a los micrófonos de RNE.
A juicio del conservador, el recurso no es solo "contradictorio" sino que también es un signo de su "paranoia", que le ha llevado a "denunciar a sus propios compañeros y socios".
"Estamos liderando la innovación del ridículo político. Estamos haciendo cosas que no se habían hecho nunca en ningún país europeo en el delirio político", ha lamentado Fernández, que ha indicado que ver a "unos socios de gobierno denunciándose unos a otros es algo inédito en política", algo que él "nunca había visto".
Pero lo que mantiene unidos a los grupos independentistas, ha sostenido Fernández, es una "retórica" en la que "están atrapados y no pueden salir", ya que "el primero que se mueva será acusado de traidor y botifler".