TRAS LA DISOLUCIÓN DE LAS CORTES
Sin escaño y sin paro, pero con indemnización
Diptados y Senadores reciben una paga de casi 9.000 euros por los 54 días con las Cortes disueltas. Los que no repitan pueden pedir una indemnización por cese de casi 3.000 euros al mes trabajado
Otra legislatura llega a su fin y Congreso y Senado echan el cierre. A los parlamentarios elegidos para cuatro años se les acaba el contrato antes de tiempo. Aunque muchos de ellos repetirán como candidatos para volver a las Cámaras, desde el 5 de marzo y hasta que vuelvan a constituirse las Cortes la mayoría se queda sin empleo; pero no sin sueldo.
En primer lugar, reciben una "indemnización de transición" en un pago único, una suerte de finiquito cuya cuantía fijan la mesa de cada Cámara, y al que solo tienen derecho si lo solicitan y siempre que no se incorporen a otro puesto de trabajo. El espíritu de esta indemnización, que nació en 2006 con mayoría socialista en el Parlamento, es hacer frente a un "periodo de transición en el que no es evidente si se va a continuar en el desempeño del cargo, pues ello depende de la voluntad de los ciudadanos". O en otras palabras, que sus señorías tengan ingresos mientras pegan carteles y protagonizan mítines.
Para los que no repitan, las Cortes reservan además una indemnización por cese que cobrarán mes a mes y siempre que hayan sido parlamentarios al menos dos años. Son 2.972 euros por cada año que hayan estado en el Parlamento y con un máximo de 24 mensualidades.
SIN PARO
Aunque Congreso y Senado cotizan a la Seguridad Social por los diputados y senadores, la representación pública no se considera trabajo, por lo que los parlamentarios no tienen derecho a la prestación por desempleo. Para cubrir ese vacío se fijó la indemnización por cese, que no se puede compatibilizar con ninguna otra retribución pública o privada. Hoy no hay ningún parlamentario cobrando esa indemnización, indican fuentes parlamentarias. Ni siquiera los que, como Íñigo Errejón, han causado baja recientemente.
En el Senado, salvo los 73 miembros de la diputación permanente, que mantienen su condición de senadores hasta la constitución de la Cámara Alta que surja de las urnas, el resto cobrará la indemnización, 8.822,54 euros brutos (y tributables) resultantes de multiplicar 163,38 euros al día por los 54 que van del 5 de marzo al 27 de abril.
En 2016, la cantidad que acordó la mesa fue de 154,54 euros, casi diez euros menos. En aquella ocasión la solicitaron 183 senadores, todos los que tenían derecho salvo 13.
Los 73 miembros de la Diputación Permanente seguirán cobrando su salario, pero solo recibirán complementos presidente, vicepresidentes y secretarios. Los 58 senadores y senadoras designados por las comunidades autónomas también causan baja, aunque a partir del 28 de abril tengan asegurado su escaño.
Además, aquellos que quieran quedarse con el teléfono y la tablet que les brinda el Senado, tendrán que pagar una tasa de 518 euros para el primero y de 173 para la segunda.
En el Congreso, los 128 miembros de la Diputación Permanente 65 titulares y 63 suplentes seguirán cobrando su sueldo con normalidad, incluyendo los pluses por alojamiento. Para el resto, la mesa no ha acordado todavía la cuantía de la indemnización de transición, indican fuentes parlamentarias. En 2016 se fijó en el equivalente a 53 días de sueldo (con sus complementos incluidos). Pese a la legislatura fallida, solo 26 renunciaron a cobrarla.
Sus señorías tienen 15 días para solicitar las indemnizaciones de transición. Habrá que esperar al 28 de abril para ver cuántos de ellos repiten, cuántos se reciclan y a cuántos les seguirá retribuyendo el Estado.