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La secretaria judicial del 20-S pidió un helicóptero por el «miedo» a salir

Por la concentración independentista ante la Consejería de Economía que era registrada .

La secretaria relató toda la angustia para salir del edificio de la Consejería de Economía. EP

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León

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M. B. | madrid

La secretaria judicial atrapada el 20S en la Consejería de Economía ha confesado al tribunal que pasó tal «miedo» que llegó a pedir un helicóptero porque «era imposible salir» ante el «tumulto de gente», lo que la obligó a abandonar el edificio camuflada con mossos de paisano por un teatro contiguo, tras más de 17 horas de registro.

Montserrat del Toro relató con todo detalle en el juicio del «procés» cómo vivió aquella jornada que arrancó cuando entró a las 8.00 horas en la Consellería para practicar un registro por orden del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, y que concluyó pasada la medianoche con su salida a escondidas por el Teatro Coliseum.

Un testimonio clave para todas las partes, especialmente para la Fiscalía con el fin de apuntalar la rebelión contra el expresidente de la ANC Jordi Sánchez y el presidente de Omnium Jordi Cuixart, a quienes la mujer ha nombrado como aquellos que estuvieron negociando su salida con el teniente de la Guardia Civil pese a que ella se sintió toda la jornada como «un fantasma» al que nadie se dirigía.

Según detalló la «preocupación y estrés» a lo largo del día mutó en «ansiedad y miedo» cuando al finalizar el registro a las 21.30 horas se percató de «lo que había allí fuera»: «un mar de gente» por el que «era imposible salir». Fue tal la situación que la secretaria, cuya imagen no se ha difundido en el juicio tras acordarlo la Sala, llegó a solicitar sin éxito un helicóptero para abandonar el edificio ante el «tumulto» de miles de personas en el exterior, que no llegó a ver jamás hasta que se subió a la azotea por la noche para tomar unas fotografías.

«Cuando hice un comentario de ‘bueno, si no podemos salir por la calle, que venga el helicóptero’, los agentes se creyeron que estaba de broma, lo decía muy en serio», ha dicho la testigo, cuya petición se desestimó al estar la azotea cubierta de antenas.

Una escena que no se llegó a dar pero que ha recordado a aquella imagen del expresident Artur Mas llegando al Parlament en 2011 ante la imposibilidad de hacerlo a pie por una protesta de los indignados en sus alrededores.

Descartada la opción de salir por el aire, la secretaria ha relatado cómo se negó en rotundo a aceptar ninguna de las tres ofertas que le trasladó el teniente tras conversar en un despacho con los Jordis, porque, la percepción desde dentro, es que lo que había fuera «no tenía ningún ánimo festivo».

Las consideró «inadmisibles» por no garantizar «ningún tipo de seguridad» para ella ni para los documentos intervenidos, porque como ha dicho, «después de lo que había esperándome al otro lado, no era una opción segura», más aun cuando las tres ofertas solo se aplicaban a ella, ya que el resto de la comitiva judicial tenía instrucciones de permanecer en el edificio, custodiando las pruebas.

Estos tres escenarios implicaban salir por la puerta principal: el primero planteaba salir custodiada por dos mossos para atravesar la multitud y a partir de ahí buscar a una boca de metro «para regresar como pudiera»; en el segundo debía cruzar esa «avalancha de gente» por un pasillo habilitado por civiles, sin saber hasta donde podía llegar ni si lo haría con custodia, y el tercero proponía un pasillo de antidisturbios, pero que solo ella podía transitar.