Puigdemont juega la baza electoral de pedir el voto para regresar a Cataluña
El expresidente fugado dice que volverá si obtiene el acta de eurodiputado tras los comicios.
cristian reino | barcelona
Carles Puigdemont vuelve a la carga. Si su euroorden ya puso a la justicia española contra las cuerdas, lo mismo puede ocurrir con su candidatura y su eventual elección como diputado en el Parlamento de Estrasburgo. Tras el anuncio de que concurrirá a las elecciones europeas, el expresidente ha anunciado que regresará a España para recoger su credencial de eurodiputado. Su intención es repetir la estrategia que empleó para las catalanas del 21 de diciembre de 2017 y que le sirvió para ganar a Esquerra y mantener la hegemonía de los postconvergentes. Entonces, aseguró que si ganaba las elecciones y era investido regresaría al Palau de la Generalitat como presidente catalán, aun a riesgo de ser detenido. Ayer insistió en el órdago, que en el primer caso ya se demostró que fue un farol, pero que tuvo su efecto de gancho electoral. JxCat y ERC ganaron los comicios, pero Puigdemont no atravesó la frontera de la Junquera (Girona). «Si tengo el acta de eurodiputado, vuelvo a Cataluña», afirmó ayer en Rac-1, 48 horas después de anunciar su candidatura al Europarlamento.
Baza legitimista
Su visión es que en cuanto sea diputado de Estrasburgo podrá regresar a Cataluña sin riesgo de ser detenido por la causa penal que tiene pendiente por rebelión porque gozaría de «inmunidad» parlamentaria. Sin embargo, las cosas no pintan tan sencillas como las presentó el expresidente, que vuelve a tratar de seducir al electorado con la baza legitimista que tan buen resultado le dio el 21-D. Entonces partía en clara desventaja en las encuestas respecto a ERC y consiguió arrebatar la segunda plaza a sus socios republicanos. La primera fuerza fue Ciudadanos.
Puigdemont incurrió en algunas incorrecciones.
Por ejemplo, cuando dijo que ser eurodiputado depende de Europa y no de la Junta Electoral Central española. A su juicio y de acuerdo a sus abogados, el reglamento de la Eurocámara señala que el Estado español solo tiene que comunicar el resultado de los comicios y dar a conocer la lista de diputados elegidos. «Este es el camino para tener acta». Pero la ley española de régimen electoral en su artículo 224.2 es clara y es la que rige para los comicios para el Parlamento de Estrasburgo: «En el plazo de cinco días desde su proclamación, los candidatos electos deberán jurar o prometer acatamiento a la Constitución ante la Junta Electoral Central».
Puigdemont apuntó ayer que ese «ante» podría dar pie a diferentes interpretaciones. Aunque por esta misma razón, la Cámara catalana, a instancias de su presidente, Roger Torrent, suspendió hace más de una año el pleno que se había convocado para investir de manera telemática al expresidente. «Transcurrido dicho plazo, la Junta Electoral Central declarará vacantes los escaños correspondientes a los Diputados del Parlamento Europeo que no hubieran acatado la Constitución y suspendidas todas las prerrogativas que les pudieran corresponder por razón de su cargo, todo ello hasta que se produzca dicho acatamiento», añade la ley electoral. No parece, por tanto, fácil que Puigdemont pueda recoger su acta sin pisar suelo español, donde sería detenido de inmediato.