Las candidaturas de los presos abren otro frente en el Supremo
Nuevo frente para los siete magistrados de la Sala Segunda que juzgan a los líderes del ‘procés’. Los jueces, antes de dictar sentencia sobre los encausados por la intentona secesionista de otoño de 2017, deberán resolver sobre la suerte inmediata de cinco de los nueve presos de este proceso que serán candidatos en las elecciones del 28 de abril y que, al ser cabezas de lista, con toda probabilidad serán elegidos. La clave, según explican fuentes jurídicas, es que tanto el reglamento del Congreso como el del Senado, a diferencia de lo que ocurre en el Parlamento de Cataluña, obligan a que los electos acudan en persona a las cámaras para adquirir la condición de diputado o senador.
Deberán ser los magistrados del Suoremo los que decidan si permiten que salgan de la cárcel para cumplir con esos trámites o participar en sesiones claves la investidura del futuro presidente del Gobierno.
Los presos sobre los que deberá decidir el Supremo son el exvicepresidente Oriol Junqueras, cabeza de lista de ERC al Congreso y también candidato en las europeas de mayo; el exconsejero Raül Romeva, designado ayer por Esquerra candidato al Senado; y el exlíder de ANC Jordi Sànchez y los exconsejeros Jordi Turrull y Josep Rull, a los que Junts per Catalunya ha situado como los primeros de las listas de Barcelona, Lleida y Tarragona para el Congreso.
Pueden ser candidatos
A pesar de su condición de procesados y presos preventivos, ninguno está impedido para ser candidato, ya que la suspensión de funciones que en su día les impuso el instructor Pablo Llarena se basaba en el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que fija la retirada de sus atribuciones para individuos procesados por terrorismo o rebeldía que «estuvieran ostentando función o cargo público», no para los que puedan ejercerlos en un futuro. Por lo que mientras no haya sentencia firme y condenatoria de inhabilitación los cinco presos pueden ser elegibles.
Harina de otro costal es que los presos puedan tomar posesión porque necesitarán de la autorización del tribunal para poder salir de la cárcel.