Transversal

Lo que toda la vida fue «pactar con la oposición» ahora se llama «practicar políticas transversales». Finolis a más no poder. Monísimo. Queda ideal.

La semántica, esa ciencia ideal que da significado (nunca mejor dicho) a la lengua española, encierra decenas de vericuetos que sirven para que las declaraciones textuales de los portavoces se conviertan en una suerte de jeroglífico inútil, que se resume en dos posibilidades. Si tienes mayoría absoluta haces lo que te da la gana y la oposición se cabrea y lo llama rodillo. Si no te llegan los concejales, lo vistes de «ejercicio de diálogo y democracia» y a tu cabreo interno le pones una digestión ‘transversal’. Como cuando en una misma cadena, un programa pasa de un canal a otro a media emisión. Eso es televisión transversal...