El superdomingo electoral tendrá un coste superior al millón de euros en la provincia

A. Calvo / A. G. Puente | león

Cuatro comicios en un superdomingo electoral en la provincia: municipales, renovación de las juntas vecinales, autonómicas y europeas, y un coste que superará el millón de euros. La ingente logística que el día de las votaciones debe desplegar el Estado en los 211 municipios de León supondrá 783.152 euros, casi 24.000 más que en las elecciones del 28-A. Mientras, los principales partidos políticos que concurren a esta nueva cita con las urnas declaran en su conjunto 230.000 euros.

El operativo del 26-M en los colegios electorales de la provincia, salvo el número de urnas, será prácticamente idéntico al de los comicios generales. Las cuatro semanas que distan entre una y otra cita han obligado a diseñar uno similar. El superdomingo, en el que los leoneses decidirán los 1.645 concejales de sus 211 ayuntamientos, los pedáneos en 1.230 juntas vecinales, 13 procuradores para las Cortes autonómicas y los 54 eurodiputados que corresponden a España en el Parlamento Europeo, contará con 493 colegios electorales. En estos espacios públicos serán desplegadas 801 mesas distribuidas entre los 232 distritos y 453 secciones fijadas para la jornada de las votaciones. Allí, sobre las mesas de las papeletas los electores tendrán a su disposición en el conjunto de los colegios 9.135.224 papeletas. También se han destinado otras 7.113 para el voto de los leoneses residentes en el extranjero (el denominado voto Cera) y 31.750 para el voto por correo.

Cualquier cita electoral, además, lleva aparejado un importante contingente de medios humanos. En este caso, habrá 2.403 miembros de mesas (un presidente y dos vocales por cada una), 801 representantes de la Administración (uno por cada mesa desplegada) y 28 miembros de las juntas electorales de los distintos partidos judiciales. También participarán un centenar largo de secretarios de ayuntamientos y alrededor de 800 colaboradores de instituciones municipales y colegios concertados, así como personal de la propia Subdelegación del Gobierno.

Para velar por la seguridad durante toda la jornada, más de 1.500 agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y policías locales vigilarán de cerca las zonas de los colegios electorales. Esa jornada están llamados a las urnas en León para las municipales y pedanías 388.522 electores (incluidos los 2.100 extranjeros que viven en León y pueden votar en estos comicios), mientras que el censo con las autonómicas y europeas ya incluidas se eleva a 436.926 personas, entre ellas los 46.801 leoneses que residen fuera de España.

Y para el escrutinio y posterior transmisión de los resultados, la Subdelegación del Gobierno en León distribuirá entre los colegios electorales 393 dispositivos móviles con el objetivo de ganar rapidez e inmediatez.

La campaña también supone un importante coste para los partidos políticos que batallan en la provincia en los comicios del 26-M. El PSOE se sitúa a la cabeza entre las formaciones políticas con más representación que más declaran gastar: 47.000 euros, además de lo consignado desde la autonómica para los comicios de la Comunidad. El Partido Popular leonés fija su desembolso en 30.000 euros procedentes de las estructuras nacional y autonómica y otros 10.000 de sus propias arcas. Además, en las filas populares cada candidato realiza «pequeñas aportaciones» para organizar actos en sus localidades, donde con frecuencia pagan hasta la cartelería.

Populares y socialistas encabezan el número de candidaturas en las municipales, por lo que su gasto también es más elevado que el del resto de partidos. El PP es el único que ha logrado presentar listas en los 211 municipios, mientras que el PSOE sólo ha fallado en el caso de dos: Pajares de los Oteros y Villamol.

Ciudadanos declara gastar en la campaña del 26-M en León 15.000 euros. Está presente con listas municipales en 70 núcleos. Mientras, Izquierda Unida cifra su cantidad en 13.000, batalla con listas en 27 municipios. La UPL representa un caso especial en estos comicios, con un desembolso de 100.000 euros. La explicación está en que, a diferencia de los partidos de ámbito nacional, los leonesistas deben sufragarse ellos mismos el ‘mailing’, es decir, el envío a todos los hogares de la provincia de los sobres, programas y dípticos con sus aspirantes, de acuerdo a las candidaturas que presentan en cada municipio (suma 92), además de su lista autonómica. Sin embargo, en los partidos implantados en todo el país este coste es asumido directamente desde las estructuras nacionales, encargadas también de los envíos.

Ya en el siguiente escalón, Vox León asegura disponer únicamente de 2.000 euros para su campaña en León. La formación liderada por Santiago Abascal se presenta en 23 ayuntamientos de la provincia. Y entre las formaciones con exiguo presupuesto, Actúa es uno de los paradigmas. Cuenta para la campaña en la capital con alrededor de 400 euros, un bote con aportaciones de cada integrante de la candidatura al Ayuntamiento de León. El partido fundado por Gaspar Llamazares sólo concurre en las municipales de la capital.

¿Y en qué se gastan los partidos los fondos que tienen asignados a la campaña? La logística de los actos electorales se lleva una buena parte: vehículos con megafonía para transmitir sus consignas, lemas y programas por las calles de los distintos municipios, preparación de mítines, con escenario, vallas publicitarias, cartelería, carpas... También vinilos, banderolas, los dípticos, la impresión de los programas, buzoneos para promocionar a los candidatos y pedir el voto y, por supuesto, el conocido como ‘merchandising’: todo tipo de artilugios, principalmente, bolígrafos, caramelos, libretas, camisetas, globos y bolsas con los rostros de los candidatos, siglas de los partidos y lemas de la campaña, que los voluntarios clasifican y reparten entre todas las candidaturas de la provincia, además de su distribución en la calle. La publicidad en los medios, además, supone otro de los gastos considerables.

La progresiva fragmentación de la representación política en las corporaciones obliga a repartir el dinero que obtienen por escaño conseguido en los ayuntamientos entre más fuerzas políticas, por lo que cada campaña los partidos cuentan con menos recursos. Además del dinero oficial que reciben a través de esta vía y de sus propias estructuras nacionales y autonómicas, en las municipales las aportaciones voluntarias de afiliados y simpatizantes, incluso de los bolsillos de los propios candidatos, completan los fondos.