En la retaguardia de la batalla en las urnas, el alma de la campaña

Meten en sobres miles de papeletas para enviar a los electores de cada municipio, pegan carteles, colocan banderolas, reparten por calles y mercados dípticos y programas con los rostros y mensajes de los candidatos, hinchan globos, recorren cientos de kilómetros con vehículos y su megafonía, montan carpas, preparan los actos políticos, despliegan mesas por pueblos y ciudades... Preparan el ‘merchandising’: caramelos, bolígrafos, camisetas, bolsas, llaveros... Son los voluntarios de la campaña, que en una cita como los comicios municipales batallan por cada voto desde sus sedes y en la calle. Son el alma de los partidos, sin ellos sería imposible llegar a los electores con los mensajes y dedican decenas de horas a sus formaciones. Un trabajo que no empieza con el inicio de la campaña, aunque durante estas dos semanas la actividad es frenética, sino que comienza a fraguarse meses antes. Su papel el día de las votaciones para sus partidos también es esencial como interventores, apoderados y vigilantes de los entornos de los colegios electorales, donde realizan pequeños sondeos a pie de urna. Y en la noche electoral, en cada sede, viven el recuento con la emoción de un partido final pegados al ordenador. En esta era de profunda inmersión digital, los voluntarios se encargan también de hacer que el mensaje se distribuya por todos los canales, principalmente por las redes sociales, para llegar a todos. Trabajo, trabajo y trabajo, de sol a sol. Sólo en la capital leonesa los populares cuentan con medio centenar de voluntarios, el PSOE, otros tantos, a los que suma igualmente los de sus ochenta agrupaciones repartidas por la provincia. A la formación naranja la respaldan en la capital leonesa una treintena de personas, mientras que la UPL suma a la decena de la ciudad, los voluntarios del resto de los municipios. Con Podemos colaboran 200 personas, de las que 40 lo hacen intensamente en León ciudad, y con Izquierda Unida una legión de 450 simpatizantes y militantes. Actúa León tiene el respaldo de más de 70 voluntarios, mientras que Vox cuenta con cerca de una treintena. Toda una amalgama de ideologías, de edades y de apoyos para hacer una política más activa y participativa y, sobre todo, un intenso trabajo para conseguir cuatro años de gobierno para su partido.

Socialistas montan su carpa en el rastro de León. FERNANDO OTERO.

Los voluntarios de la formación naranja, inflando los globos en su carpa. FERNANDO OTERO.

En la sede de la UPL, los voluntarios trabajan en las redes sociales. RAMIRO.