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¿Qué es un debate de investidura? ¿Cómo funciona? 6 claves

Pedro Sánchez afronta la investidura sin tener asegurados los apoyos necesarios para ser elegido presidente del Gobierno

Pedro Sánchez interviene en el pleno del Congreso.

Publicado por
BERTA LÓPEZ
León

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El lunes 22 de julio empieza el debate de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, en el que el líder socialista -actual presidente en funciones- expondrá el programa del Ejecutivo que pretende formar y solicitará la confianza de la Cámara para repetir como presidente del Gobierno de España.

1. ¿Qué es el debate de investidura?

El debate de investidura es el acto parlamentario en el que el Congreso elige al presidente del Gobierno. En él, el candidato propuesto por el Rey (normalmente de la lista más votada en las anteriores elecciones generales, pero no necesariamente) presenta ante el resto de diputados de la Cámara el programa político del Ejecutivo que pretende formar y solicita la confianza de los parlamentarios. Este procedimiento de elección del futuro presidente del Gobierno está regulado por el artículo 99 de la Constitución de 1978.

2. ¿Qué significa que el Rey propone el candidato?

Una vez constituida la Cámara baja, y por lo tanto elegidos el presidente del Congreso, los cuatro vicepresidentes y los cuatro secretarios, el Monarca inicia una ronda de contactos con los líderes de los diferentes partidos con representación parlamentaria.

Estas conversaciones tienen por objetivo que el Rey esté informado del posicionamiento político de los diferentes candidatos y de su voluntad para formar Gobierno o para investir a un candidato de otro partido, para así proponer como aspirante a la presidencia al líder con más posibilidades de obtener la confianza del Congreso.

Cuando un partido ha obtenido la mayoría absoluta en las elecciones, la ronda de contactos es una mera formalidad. Una vez propuesto el candidato con más opciones de ser investido, se convoca el debate de investidura.

3. ¿Cómo funciona el debate?

El presidente de la Cámara -previamente elegido durante la sesión de constitución de las Cortes- es el encargado de abrir la sesión. En este caso será la socialista catalana Meritxell Batet, elegida el pasado 21 de mayo, quien dará el disparo de salida al debate de investidura el próximo lunes por la mañana. Una vez iniciada la sesión, es el turno del candidato a la presidencia (en este caso, Pedro Sánchez), quien expondrá -sin límite de tiempo- el programa político del Gobierno que pretende constituir. Al finalizar su intervención, se suspende la sesión.

Al reanudarse la sesión -será ya por la tarde-, es el turno del resto de los grupos parlamentarios, que intervienen por orden de mayor a menor en función de los diputados. El representante de cada grupo tiene 30 minutos para contestar al candidato en su primera intervención y 10 en la segunda. Después de las intervenciones, el candidato a la presidencia puede rebatir, aún sin límite de tiempo.

Cuando ya han intervenido los portavoces de todos los grupos (incluido el Grupo Mixto, que debe repartirse el tiempo entre los partidos que lo componen), es el turno del portavoz del grupo al cual pertenece el candidato. En esta legislatura, los grupos que conforman el pleno son el Socialista (123 miembros), Popular (66), Ciudadanos (57), Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común (42), Vox (24), Republicano (14), Vasco (EAJ-PNV) (6) y Mixto (18, entre ellos los 7 de Junts per Catalunya, 3 de ellos suspendidos por la Mesa).

4. ¿Cómo se realiza la votación?

Una vez finalizado el debate, los diputados votan de viva voz desde su escaño y en orden alfabético si le dan confianza o no al candidato o si se abstienen. En la primera votación, el candidato necesita el apoyo de la mayoría absoluta de la cámara, es decir, de un mínimo de 176 diputados. Si llega a la mitad más uno de los apoyos, se considera que cuenta con el apoyo de la Cámara y es nombrado presidente por parte del Rey.

En caso de no alcanzar los 176 votos afirmativos, 48 horas más tarde de la primera votación se realizaría un segundo debate, con el mismo candidato pero con intervenciones más reducidas: la primera de diez minutos y la segunda de cinco. Para ser elegido presidente en esta segunda votación bastaría con obtener la mayoría simple, es decir con tener más 'síes' que 'noes', aunque no lleguen a la mayoría absoluta. Las abstenciones no se contabilizan.

5. ¿Qué pasa si el candidato no obtiene la aprobación del Congreso?

De no superar el candidato los 176 votos en la primera votación ni obtener mayoría simple en la segunda, se inicia una segunda ronda de contactos con el Monarca, quien podría proponer a otro aspirante.

Si no se consigue investir a un candidato en el plazo de dos meses, se disolverían las cortes y el Rey -con la aprobación del presidente del Congreso- convocaría nuevas elecciones. Desde el fin del franquismo, solamente en una ocasión, en el 2016, hubo que disolver las Cortes por no haber logrado investir a un presidente.

6. ¿Cómo van las negociaciones de Pedro Sánchez?

Por lo general, el candidato llega a la sesión de investidura con los apoyos necesarios para poder formar Gobierno. De hecho, desde la primera sesión de investidura después del franquismo, celebrada en 1979, la única vez que un candidato se presentó sin los apoyos necesarios fue el que también es ahora el aspirante, Pedro Sánchez.

El líder socialista se presentó en el 2016 a pesar de no haber sido el candidato de la lista más votada y de contar solamente con los apoyos de su grupo y el grupo de Ciudadanos. No fue elegido presidente, y tras otra ronda de contactos con el Rey, se disolvieron las Cortes Generales y se volvieron a convocar elecciones.

En esta ocasión, Pedro Sánchez lo vuelve a tener complicado para ser escogido presidente, pues solamente tiene asegurados los votos afirmativos de su formación y el del Partido Regionalista de Cantabria. Por ahora, las negociaciones con Unidas Podemos no están siendo fructíferas. Es más, este lunes Pedro Sánchez las dio por "rotas". Sin embargo, aún queda tiempo para alcanzar un posible acuerdo de última hora.