Iglesias renuncia a ser ministro y pone en un aprieto a Sánchez
El PSOE ve positivo el gesto del líder de Podemos, pero avisa de que no obliga a asumir otras exigencias.
a. a. / p. d. l. h. | madrid
Las cosas se mueven y la investidura de Pedro Sánchez parece menos imposible. Un día después de que el candidato socialista señalara a Pablo Iglesias como el «principal escollo» para un acuerdo de Gobierno y volviera a poner sobre la mesa, corregida y aumentada, la oferta de incorporar a su futuro Consejo de Ministros a miembros de Podemos, el secretario general del partido izquierdista dio un paso clave y anunció su renuncia a tener un puesto en el próximo Ejecutivo.
El líder de Unidas Podemos hizo el anuncio a través de un vídeo colgado en su cuenta de Twitter. «No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un Gobierno de izquierdas», argumentó en la grabación. «Estar o no en el Consejo de Ministros no será un problema siempre y cuando no haya más vetos y la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sea proporcional a los votos» añadió. Iglesias se refirió así al posible nombramiento como ministros de compañeros de filas como Irene Montero, Pablo Echenique o Rafa Mayoral. Tratar de dejarlos fuera del Ejecutivo, a ellos o a otros dirigentes que se propongan desde Podemos, sería ya traspasar una línea roja que se considera infranqueable.
Los socialistas tardaron poco en recoger el guante pero también dejaron claro que, por importante que sea, el gesto de Iglesias no lo resuelve todo ni obliga automáticamente a Sánchez a asumir sin más cualquier otra exigencia que pueda poner sobre la mesa para salvar la investidura. «El presidente escuchará las propuestas y decidirá el equipo», advirtieron. En su entrevista en La Sexta, el jueves, ya enfatizó esa misma idea. «Yo no quiero vetar a nadie, pero tampoco quiero que me impongan a mí los nombres, porque al final, yo voy a ser el primer y último responsable de lo que hagan esos ministros y ministras, sean del PSOE, sean independientes o sean de Unidas Podemos», argumentó.
En el PSOE también admiten, sin embargo, que después de haber singularizado en el propio secretario general de Podemos las razones por las que el Gobierno de coalición resultaba inviable, hay menos margen para seguir poniendo límites a la negociación.
En todo caso, nada está decidido. En su comunicado, los socialistas insistieron en la que venía siendo su postura y argumentaron que antes de hablar de personas hay que negociar el programa.