Los sindicatos urgen a Sánchez a salvar los recelos y negociar con Podemos
nuria vega
Hay un escenario, el de la nueva convocatoria electoral, que los sindicatos no están dispuestos a contemplar. Ni siquiera creen que deba «considerarse». Los máximos representantes de UGT y CC OO acudieron ayer a la cita en la Moncloa con Pedro Sánchez conscientes de los recelos que se han instalado entre el PSOE y Unidas Podemos, pero sin aceptar que esa circunstancia aboque necesariamente a abrir de nuevo las urnas. «Si tienen desconfianza tendrán que negociar unos y otros con desconfianza, pero tienen que abordar una negociación política y empezar cuanto antes», no dejó más alternativa Unai Sordo.
El secretario general de CC OO advirtió de la cuenta atrás que concluye el 23 de septiembre para designar un presidente y situó «la mala gestión de los tiempos» como un factor que pudo hacer descarrilar las negociaciones de la primera investidura. De ahí que tanto Sordo como Pepe Álvarez urgieran ayer desde la sede gubernamental a PSOE y Unidas Podemos a ponerse ya manos a la obra para conseguir lo «imposible» o lo «difícil» y ahorrar a los ciudadanos la tarea de votar el 10 noviembre después de haberse pronunciado el pasado 28 de abril. De lo contrario, anticiparon que será la «irresponsabilidad» de los grupos parlamentarios la causa de un nuevo fracaso.
El panorama no es alentador. Las dos formaciones de la izquierda continúan atrapadas en una espiral de reproches mutuos que no cesa con el paso de los días. Y la única vía de salida que observan las organizaciones sindicales es la de empezar a negociar un acuerdo programático que permita superar el escollo de cómo articular el Gobierno. Y, después, que una cosa lleve a la otra.
Ese documento debería, a su juicio, abordar algunos retos pendientes y establecer, a ser posible, plazos para corregir o derogar la reforma laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la de las pensiones, impulsar medidas contra la precariedad y trabajar, entre otras cuestiones, en la recuperación de los derechos perdidos con la crisis económica y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
A ojos de UGT y CC OO, se trata de una oportunidad que la izquierda no puede desaprovechar y ambos sindicatos vieron a Sánchez «receptivo» al contenido de sus demandas. De hecho, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, que también compareció tras el encuentro, trasladó que, tal y como lo ve, no sería «difícil» alcanzar un acuerdo de este tipo con Podemos. Pero desde el Gobierno no se informó de una fecha para una posible reunión con Pablo Iglesias. Y los días, recordaron Álvarez y Sordo, «pasan».
Pese al estancamiento y a que 24 horas antes Sánchez resumió el estado de sus relaciones con Podemos con la expresión «desconfianza recíproca», los sindicatos no interpretaron en su comparecencia que el presidente en funciones tenga en mente la repetición electoral. Pero en todo caso, concluyeron que el tiempo lo dirá. Y recomendaron a unos y otros «dejar un poco en paz el Twitter».
Esta era una de las reuniones más importantes que Sánchez se había fijado en la ronda que ha emprendido con organizaciones civiles y sociales antes de volver a contactar con Podemos. También la Ceoe y Cepyme respondieron a la convocatoria. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, volvió a insistir en un Gobierno «moderado y estable».