Casado cierra con Madrid su operación por salvar su liderazgo
nuria vega
Es la última plaza por amarrar. Con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el PP culmina este miércoles la operación por retener el grueso de su poder territorial y poner a resguardo el liderazgo de Pablo Casado.
Si se cumplen las previsiones, y lo contrario sería una sorpresa, Isabel Díaz Ayuso, que hoy expone su proyecto político en la Asamblea autonómica, será investida mañana presidenta de la Comunidad, y el líder de los conservadores se habrá asegurado, aunque gracias a sus socios de Ciudadanos y Vox, el éxito de su apuesta personal.
En realidad, la oferta electoral del PP en este territorio no terminó de imponerse en las urnas. El 26 de mayo, los populares obtuvieron el peor de sus resultados desde 1991. Con 18 representantes menos que en 2015, el partido se quedó en los 30 escaños, a siete del PSOE. Los acuerdos con los partidos de la derecha han permitido finalmente al equipo de Casado conservar la ‘joya de la corona’. El Ejecutivo autonómico más codiciado de cuantos estaban en juego.
Dos meses después de los comicios, el PP ha compensado con sus alianzas con Ciudadanos y Vox la pérdida de confianza y, aunque La Rioja se ha quedado por el camino, los populares encabezan los gobiernos de Madrid, Castilla y León y Murcia. Los tres territorios que, junto a Galicia y Andalucía, constituyen su poder autonómico después de despedirse en 2015 de algunos feudos tradicionales como la Comunidad Valenciana.
En la batalla por salvar los muebles en uno de los peores momentos del partido en términos electorales, Madrid —Comunidad y Ayuntamiento— ha supuesto, sin duda, el principal balón de oxígeno para el nuevo PP.
La elección de Díaz Ayuso fue una decisión de Casado. «Arriesgada», llegaron a señalar voces más experimentadas, que temían que el perfil poco conocido de la candidata remara en contra. Pero la dirigente madrileña pertenecía al grupo de afines que respaldaron al actual líder como sucesor de Mariano Rajoy y contaba con la confianza de la dirección nacional. Ayuso ya aparecía en aquella primera imagen en Génova, cuando Casado, arropado por García Egea y Javier Maroto, acudió a la sede nacional a registrar sus avales para competir en las primarias. De ahí que en el PP concluyeran que Madrid era el principal test para el presidente del partido, que en las elecciones generales sufrió un revés que dejó a la formación con tan sólo 66 escaños en el Congreso. Su candidata, su estrategia, su discurso, cuestionados por algunos sectores de la formación conservadora, se sometían de nuevo al escrutinio del electorado.
Cs mantiene, de momento, su apoyo a Díaz Ayuso: no está inhabilitada para ser presidenta, «sale e un sumario como cientos de personas.