El PSOE ofrece a Unidas Podemos negociar desde ya un programa
El PSOE presiona a Unidas Podemos donde más le puede doler en el toma y daca para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez: el frente interno.
La ministra María Jesús Montero se saltó ayer los plazos marcados por el presidente del Gobierno en funciones para retomar los contactos con Pablo Iglesias — «los últimos días de agosto o primeros de septiembre»— e invitó a la formación morada a negociar de inmediato medidas concretas.
«Sentémonos mañana o pasado, cuando Podemos quiera, y hablemos del programa político. Ahí es donde se van a generar las confianzas»», señaló Montero durante una entrevista en Antena 3.
La titular de Hacienda, una de las encargadas de pilotar las conversaciones con la formación morada junto a Carmen Calvo y Adriana Lastra, respondió con esta oferta a las reiteradas quejas de Pablo Echenique por la tardanza de los socialistas en retomar los contactos. No obstante, la oferta de Montero tiene su parte de trampa. Propone sólo hablar de políticas, nunca de sillones. Para la dirección de Unidas Podemos la línea roja es aún desempeñar responsabilidades de peso en el Consejo de Ministros. Para otras corrientes internas o confluencias, en cambio, esta es una exigencia prescindible.
La discusión dentro de la coalición izquierdista puede resultar decisiva de aquí al 23 de septiembre, fecha en la que se convocarían las nuevas generales. Además de en clave vacacional, el silencio autoimpuesto en Unidas Podemos debe leerse en clave política. La coalición morada evita de esta manera airear sus diferencias sobre el gobierno de coalición, lo que a la postre dañaría la posición negociadora ante un PSOE ya de sobra consciente de que importantes sectores dentro de Unidas Podemos abogan por aceptar una propuesta programática si es de un marcado carácter progresista. Según mantiene el partido de Alberto Garzón, unas nuevas generales supondrían «un riesgo innecesario e inasumible» que «solo beneficiaría a las derechas».