Defensa
León registra 834 accidentes militares en una década
Es la segunda provincia de la Comunidad, por detrás de Burgos, en cuanto a número de sucesos de este tipo. En Castilla y León, la cifra asciende a 2.800
León, con 834 accidentes militares en la última década (17 en 2018), es la segunda provincia de la Comunidad en cuanto al número de registros de este tipo de sucesos. Así se desprende de los últimos datos publicados por el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas sobre la accidentalidad en los ejércitos, que han contabilizado durante los últimos diez años un total de 2.820 accidentes militares (207 en 2018) en el conjunto del personal que presta o prestaba servicio en Castilla y León.
Por provincias, a la cabeza se encuentra Burgos, ya sea en las instalaciones de Espinosa de los Monteros -Escuadrón de Vigilancia Aérea 12-, en Castrillo del Val -base Cid Campeador- o en los acuartelamientos Diego Porcelos y Capitán Mayoral de la capital, acapara más del 42 por ciento con un total de 1.194, un total de 144 en el último año.
Le sigue la provincia de León con 834 accidentes, 17 en 2018. En ella se encuentra la base 'Conde de Gazola', en el municipio de San Andrés de Rabanedo, donde tienen su sede el V Batallón de la Unidad de Emergencias Militares (UME), el Cuartel General del Mando de Artillería, el Grupo de Artillería de Campaña II, el Grupo de Adquisición, Información y Localización II y el Grupo de Obtención por Sistemas Aéreos (Grosa).
A su vez, Defensa cuenta en la localidad de Astorga con el cuartel de Santocildes, sede el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña nº 63; mientras que en Cuadros tiene un polvorín del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
Y todo ello sin olvidar la Academia Básica del Aire situada en La Virgen del Camino (León), donde también tiene sede la Escuadrilla de Transmisiones número 8.
Por detrás de León, se sitúaValladolid con 369 accidentes en una década -una treintena en 2018- ocurridos entre el personal que presta sus servicios en la Base Aérea de Villanubla; o en El Empecinado, en Santovenia de Pisuerga, sede de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61, del Grupo de Caballería Acorazado 'Villaviciosa' XII, y del Regimiento de Caballería Farnesio. Además, en la capital vallisoletana también tienen su sede la Academia de Caballería, en los acuartelamientos del General Shelly y del Teniente Galiana, y el Centro de Mantenimiento de Armamento y Material de Artillería, así como la Jefatura de la IV Subinspección General del Ejército (Palacio Real).
Salamanca, donde está ubicada la Base Aérea de Matacán, se posiciona en cuarto lugar con 150 accidentes militares, seis de ellos anotados en 2018. En esta provincia la fuerza militar se concentra en el acuartelamiento General Arroquia, sede del Cuartel General del Mando de Ingenieros y del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11.
En Zamora, donde 126 de sus 128 accidentes tuvieron lugar en 2011 (en 2018 no registró ninguno), el Ejército estudia trasladar uno o dos batallones al campamento de Monte la Reina, cercano a la localidad de Toro y abandonado desde hace más 40 años.
Por detrás se sitúa Ávila con 82 accidentes, de los que ninguno tuvo lugar el año pasado. En esta provincia se ubica desde hace más de un cuarto de siglo el Centro Militar de Cría Caballar.
El personal militar de Segovia donde, además de la Academia de Artillería, se ubica el Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados nº 2, ha sufrido un total de 60 siniestros en una década, una decena en el último año.
A la cola se sitúan las provincias de Palencia y Soria, con tan solo tres y dos accidentes militares en diez años. (ninguno de ellos en 2018).
Tropa y personal militar
Con estos datos la Comunidad suma el 10,3% de todos los accidentes registrados en las Fuerzas Armadas en una década, aunque es un porcentaje que tiene mucha relación con la proporción de tropa y personal militares que hay en cada territorio.
La mayoría de los percances registrados se sucedieron durante la instrucción deportiva de los soldados. Fueron 1.476, algo más de la mitad del total.
Aunque en Castilla y León hubo heridos por labores de mantenimiento (177), accidentes de tráfico (39), paracaidismo (31), manipulación de armas y explosivos (9) y buques (1), el resto de los siniestros tuvieron que ver con lo que el informe bautiza como «otros accidentes de servicio».
Hasta 1.087 caídas, cortes, alcance de objetos contundentes, golpes, torceduras, descargas eléctricas, atropellos y arrollamientos, incendios e intoxicaciones por agentes químicos o gases.
El año 2013, con 466 accidentes, fue el más negro en la Comunidad tras un 2012 con 372. Desde 2014, cuando se anotaron 298, no se ha vuelto a superar la barrera de los tres centenares. De hecho, los 207 siniestros de 2018 son 52 menos que los registrados un año antes.