El PSOE quiere testar a Podemos antes de la reunión de Sánchez con Iglesias
RAMÓN GORRIAGÁN | MADRID
El PSOE quiere que su equipo negociador compruebe la disposición de Unidas Podemos a pactar antes que se reúnan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Los socialistas pretenden que el encuentro se produzca esta semana para que los líderes de ambos partidos puedan verse las caras la próxima siempre que haya agua en la piscina, es decir que encuentren receptividad en los morados a su oferta de acuerdo programático. De no ser así, es posible que la cita entre Sánchez e Iglesias ni se produzca y todo quede visto para sentencia en las elecciones del 10 de noviembre.
Sánchez expuso este lunes a los miembros de la ejecutiva federal del PSOE el pacto de programa para la legislatura con 300 medidas que propondrá a Unidas Podemos y que presentará hoy en un acto en Madrid. Ese documento es lo único que está dispuesto a negociar Sánchez.
El gobierno de coalición no se contempla, y otras variantes colaborativas, de momento, tampoco. El ministro y secretario de Organización del PSOE apuntó a que se podría crear una comisión de seguimiento de los compromisos del pacto siempre, claro está, de que se alcance un acuerdo sobre la oferta programática.
Eso es lo que ponen los socialistas sobre la mesa. Están convencido de que su documento será atractivo para Unidas Podemos y creen que los morados tendrán difícil justificar el rechazo a un texto que incluye buena parte de sus demandas económicas y sociales.
José Luis Abalos señaló que la disyuntiva no es acordar un gobierno de coalición o ir a elecciones en noviembre, como plantea Podemos. En realidad, la encrucijada es un pacto a la portuguesa o elecciones, aunque el dirigente socialistas no quiso presentarlo así. Es más, repitió no sé cuantas veces que el PSOE no quiere volver a las urnas a pesar de que le iría bien.
Las encuestas publicadas ayer en diferentes medios apuntan a que volvería a ser el partido más votado y con mejores resultados que hace cuatro meses. Sánchez asimismo auguró este fin de semana un triunfo socialista más contundente si hay nuevos comicios en noviembre.
DEBATE EN PODEMOS
Pero ahora se trata de negociar con Unidas Podemos. El PSOE pretende que los equipos capitaneados por la vicepresidenta Carmen Calvo y por el secretario de Acción Política de Podemos, Pablo Echenique, vuelva a encontrarse tras el fracaso de la investidura de julio, que dejó unas relaciones muy tirantes entre los negociadores.
Los socialistas confían en que las 300 medidas abran, al menos, un debate interno en Unidas Podemos porque hay sectores en esa alianza, como Izquierda Unida, Equo o la corriente anticapitalista, que ven con buenos ojos la colaboración exterior con el Gobierno de Sánchez.
Una posición, calculan en la Moncloa y en Ferraz, que cobrará fuerza a medida de que se acerque el 23 de septiembre, la fecha en que se convocarán las elecciones si no hay investidura. El PSOE, por si acaso, va a comprimir los plazos.
El calendario de los socialistas se completa con las reuniones que mantendrá el miércoles Sánchez con los presidentes del PNV y Partido Regionalista de Cantabria, Andoni Ortuzar y Miguel Angel Revilla, en Bilbao y Santander. De forma simultánea y en Madrid, Abalos y la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, hablarán con sus pares de Esquerra Republicana. No hay fecha, pero habrá charla también con Junts per Catalunya. En la agenda no entran ni Vox ni EH Bildu.
Unidas Podemos no está para pactos a la portuguesa ni de investidura, solo quiere hablar de «un gobierno integral» que incluya «el programa y la estructura» para el reparto de las competencias ministeriales.
La portavoz de la dirección del partido morado reclamó a Pedro Sánchez que no insista en el gobierno monocolor porque se ha demostrado que es una estrategia equivocada y se remitió a la experiencia «fallida» tras la moción de censura.