Rivera al PP: «España suma, pero la corrupción resta»
Recién llegado de vacaciones, Pablo Casado defendió la necesidad de «una alianza electoral» con Ciudadanos para evitar la fragmentación «letal» del electorado conservador. Sin embargo, la ansiada refundición del centroderecha bajo el paraguas de ‘España Suma’ es más una declaración de intenciones que un proyecto con visos de prosperar en el corto plazo. Ni Albert Rivera ni su círculo más cercano contemplan ir de la mano con el PP en unas eventuales elecciones generales.
«Hay que sumar con inteligencia», arguyó ayer el líder de los liberales en su reincorporación a la vida pública tras el parón estival.
La dirección naranja se resiste a abrir la puerta a la constitución de esa coalición electoral que propone Casado para hacer frente ‘sanchismo’.
«España suma, pero la corrupción resta», atizó Rivera a su socio preferente al que incluso auguró que podía terminar la semana con más exdirigentes en sus filas investigados. «No todo el mundo va a votar a un partido que tiene 44 casos de corrupción por resolver y que puede tener nuevas imputaciones por la trama Púnica», remarcó el dirigente liberal en una entrevista por la mañana en Onda Cero, horas antes de que la Audiencia Nacional decidiese sentar en el banquillo por corrupción a las expresidentas madrileñas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.
En la cúpula naranja estarían abiertos a explorar una alianza «puntual» con la formación de Casado para el Senado y el País Vasco. Aunque a principios de verano el portazo a ir coaligados con el PP era total, fuentes del partido reconocen que ahora mismo esa puerta está entreabierta para estos dos casos.
Con el partido renovado y las voces discrepantes alejadas, Rivera reunió este lunes a la nueva cúpula de Cs para fijar la estrategia a seguir este curso, que persiste en el objetivo de marcar perfil propio y erigirse como la mejor alternativa al PSOE frente a las «posiciones extremas» de Vox y la corrupción del PP. | M.E. ALONSO